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Sábado 23/11/2024
 

Campo de Gibraltar

Más seguridad en Pago del Humo

La actuación municipal sobre el camino Raya del Pago del Humo va a permitir que las maquinarias de las explotaciones agrícolas de la zona no tengan que utilizar la CA-3206, un plus de seguridad para los vecinos

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  • Dos ciclistas circulan por la CA-3206 tras pasar la doble curva de la Venta La Raya. -
Los vecinos del Pago del Humo, núcleos rurales cercanos al límite del término municipal de Chiclana en dirección a Conil, se encuentran más seguros y duermen más tranquilos desde que han finalizado las obras de restauración, nivelación y compactación que la Delegación Municipal de Obras y Servicios ha llevado a cabo en el camino Raya del Pago del Humo.
Aunque el arreglo va a permitir que por este camino transiten las maquinarias agrícolas y ganaderas de las explotaciones cercanas, los residentes en la zona agradecen la obra, y así se lo han hecho llegar al Ayuntamiento, porque, además de la mejora del firme, “se conserva una vía necesaria para el tráfico de maquinaria agrícola para un largo tiempo y de esta forma poder seguir teniendo una vía alternativa a la carretera del Pago del Humo (CA-3206), ya que se permite circular desde el kilómetro 5,6 hasta el 8,6 por vías distintas a la de la propia carretera”, según se detalla en la carta enviada al delegado de Obras y Servicios por parte de la Asociación de Propietarios del Camino Raya del Pago del Humo.
Además de esta actuación, la Delegación municipal ha procedido a la colocación de las placas identificativas correspondientes a los caminos adyacentes al arreglado, Raya de los Olivos y Raya de la Esperanza, nombres elegidos por los propios vecinos.
“Estamos muy satisfechos con los trabajos realizados por la Delegación de Obras y Servicios”, indica el presidente de la asociación, Francisco Manuel Martínez, que recuerda que con anterioridad y ante el mal estado que presentaba el camino “la maquinaria agroganadera de las explotaciones de la zona optaba por circular por la carretera, con el peligro que ello conlleva para todos, vecinos y conductores, más aún cuando por esta carretera suelen transitar también muchos ciclistas”. Con esta obra, asegura Martínez, “viviremos más tranquilos, aunque tengamos que soportar el paso de las máquinas junto a nuestras casas”.

La curva de la Venta La Raya

Para que la seguridad conseguida aumente queda aún por solucionar la peligrosidad de la doble curva que se encuentra junto a la Venta La Raya.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Pagumo, integrada por más de veinte colectivos vecinales, ha solicitado en reiteradas ocasiones a la Diputación Provincial de Cádiz, responsable de la CA-3206, que ejecute las obras necesarias para eliminar la doble curva y hacer el trazado lo más recto posible.
“Siempre nos han contestado que no se puede actuar hasta que no sea catalogada la curva como punto negro”, explica Francisco Manuel Martínez, “con lo que nos vienen a decir que se tienen que producir accidentes graves para que se elimine una doble curva a todas luces muy peligrosa”.
Lo cierto es que la carretera del Pago del Humo o cañada del Obispo es muy concurrida por turismos, furgonetas y camiones durante los días laborables, dado los numerosos núcleos residenciales de la zona, y por turismos los fines de semanas y festivos, que acuden a las ventas que están a la orilla de la carretera, y ciclistas llegados de toda la provincia que utilizan la vía para hacer ejercicio y entrenarse.
A la peligrosidad de la doble curva se suma que la carretera es estrecha y no cuenta con arcén, aunque recientemente han pintado las líneas limítrofes de los márgenes, “lo que ha facilitado la circulación sobre todo por las noches”, matiza el representante vecinal.

Vivir en un paraíso

Aunque los vecinos del Pago del Humo son conscientes de que sus viviendas están fuera de las Áreas de Gestión Básica y que no podrán ser regularizadas, se aferran a la posibilidad de conseguir algún tipo de legalización como núcleos o asentamientos rurales. “De momento nos encontramos en un limbo jurídico, somos alegales pero no ilegales”, puntualiza Martínez mientras muestra orgulloso el entorno en el que vive, rodeado de naturaleza: “Vivimos en un paraíso”. Precisamente la ubicación y el entorno ha llevado a muchas familias a optar por tener su residencia en la zona, incluidos numerosos alemanes e ingleses, a pesar de que no cuentan con tendido eléctrico, ni servicio de recogida de basuras, ni alcantarillado público, ni suministro de agua potable. “El problema de la luz lo hemos solucionado con placas fotovoltáicas o con generadores; el del agua potable, consumiendo agua embotellada; las basuras las llevamos hasta los contenedores cercanos a la Venta la Raya; y para las residuales contamos con depósitos que se vacían periódicamente”, explica el presidente.

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