Los componentes del Tercio Duque de Alba de la Legión han vuelto a demostrar su gran valía en Algeciras. Pese a las dudas iniciales por el mal tiempo imperante en estos primeros días de Semana Santa, la lluvia ha respetado, en el inicio de la tarde, esta cita ineludible que supone una comunión perfecta entre el estamento militar y la ciudad, así como la unión de esta unidad con lo religioso, si bien después no han podido acompañar a la Hermandad de la Columna.
Pasadas las 18.00 horas, los legionarios entraban en la calle Alfonso XI (Convento), donde las autoridades esperaban su llegada junto a miles de algecireños agolpados a ambos lados de la Carrera Oficial. La expectación era máxima, y una vez más se cumplieron con un extraordinario desfile en el que los habituales movimientos especiales de la Legión en su marcha hicieron las delicias de los ciudadanos.
Llegados a la altura del palco de autoridades, les esperaba el alcalde, José Ignacio Landaluce, acompañado de gran parte de su equipo de gobierno y miembros de la corporación municipal. Los legionarios se pararon a la altura de las autoridades locales, a quienes saludaron al tiempo que se reportaban las novedades al general José Agustín Carreras Postigo, presente un año más en Algeciras como el máximo mando, e primero de todos los legionarios y el último de sus generales", se presentaba el general durante el acto que se desarrollaría a continuación en el Salón de Plenos, donde Carreras Postigo firmó en el Libro de Honor y recibió la insignia y un presente de manos del primer edil.
"Algeciras está indisolublemente ligado a nuestro destino", manifestaba el general. Más tarde, la Legión continuó desfilando para acompañar al paso más antiguo del Lunes Santo algecireño..
Sin embargo, el posterior aguacero que se produjo poco antes de las 19.00 horas, unido a las previsiones de lluvia a las 23.00 horas, motivó la decisión de no salir de la Capilla de Europa. A pesar de ello, los legionarios van a llevar a cabo una exhibición y el canto de la tradicional Novio de la Muerte a las puertas del templo. Sin duda, no hay compensación posible para los miles de fieles que esperaban ver a sus imágenes en procesión, pero al menos ha sido un bálsamo importante.