La lluvia respeta el Pasacalles Infantil y deja lucirse a los más pequeños. La diversión y la alegría inundan las calles del casco urbano
La lluvia dio una tregua y los más pequeños pudieron enseñar cómo hay que divertirse en Carnaval. A las cinco de la tarde de ayer, 18 de los 20 colegios convocados formaron en el interior de la Caseta Municipal para poco después realizar el Pasacalles Infantil por el centro del casco urbano. Solo faltaron los colegios Niño Jesús y Nuestra Señora de los Remedios, el resto acudió puntual.
Encabezados por la charanga El Cancaneo, de la localidad cántabra de El Astillero, más de 2.000 figurantes entre niños y adultos llenaron la ciudad de papelillos, música y muchas ganas de divertirse.
Piratas. vikingos, diablos, payasos, brujas, vaqueros, personajes de cuentos, policías, mosqueteros, ratitas presumidas, calculadoras, lápices, hippies, galletitas, el Jota de Gran Hermano y hasta una boda con su cura, padrino e invitados, entre otros muchos tipos, hicieron disfrutar al público que se dio cita en las calles y plazas por las que discurrió el Pasacalles Infantil.
De todos los grupos destacó por su originalidad el del colegio Isabel la Católica. Alumnos, profesores, madres y padres se convirtieron en cuadros de Velázquez haciendo referencia al proyecto que están llevando a cabo en el colegio por el que los más pequeños están aprendiendo a leer, escribir y matemáticas con los cuadros de los más destacados pintores andaluces.