Los comerciantes consideran que la peatinalización no está dando buenos resultados para los establecimientos, por lo que piden que se vuelva a la situación anterior como una medida más para acabar con la sangría de cierres de establecimientos que se están produciendo en los últimos años, especialmente desde que comenzó la crisis del ladrillo que en Chiclana ha tenido una especial incidencia.
Sin embargo ya han surgido las primeras voces en contra de la vuelta del tráfico. Los jóvenes socialistas “muestran su preocupación por la intención del equipo de gobierno de restablecer el tráfico rodado por las calles del centro de la ciudad, lo que supone un claro retroceso en la transformación que ha experimentado el casco histórico gracias al impulso del gobierno socialista que apostó por una ciudad más sostenible”.
Junto a la peatonalización de diversas calles se aposto decididamente por la construcción de decenas de kilómetros de carril bici y se realizo una evaluación energética de las instalaciones municipales, entre otras medidas que repercutieron directamente en la calidad de vida de la ciudadanía. Juventudes Socialistas valora “como positivos los efectos que ha causado esta medida” señalando “que actualmente tenemos un centro más vivo, más atractivo y con una mayor presencia de ciudadanos que pueden pasear, comprar y disfrutar realmente de su ciudad”.
La supresión de esta medida pondría de manifiesto la falta de ideas y visión de los populares para articular un modelo de ciudad propio para Chiclana y los chiclaneros. JSA-Chiclana señala que este nuevo experimento del Partido Popular en materia de tráfico no es más que una excusa para ocultar la inanición del gobierno de Marín, que aún no ha llevado a cabo ningún proyecto relevante salvo el fallido simulacro referente al tranvía. “Una vez más los populares demuestran su falta de iniciativa y capacidad para presentar soluciones ante los verdaderos problemas de la ciudad”, finalizan los jóvenes socialistas.