Al parecer, el joven se encontraba totalmente dormido al llegar el autobús al final de la parada, a la plaza Andalucía, por lo que otro usuario le avisó de que habían llegado a su destino. El individuo, al ser despertado, reaccionó de forma muy violenta, levantándose del asiento y propinando un fuerte cabezazo en la ceja derecha, que produjo una herida sangrante a la persona que le había avisado. Posteriormente emprendió una veloz carrera, marchándose del lugar y propinando una patada a un macetero de un establecimiento cercano.
Gracias a la descripción facilitada por los testigos, el joven pudo ser detectado en la calle Joaquín Santos. Al arrestado le constan varias detenciones por diversos delitos.
Pero esta no ha sido la única detención que la Policía Local ha llevado a cabo durante el fin de semana. En la madrugada del 13 al 14 de marzo, cuando agentes de la Policía Local efectuaban un control preventivo en la calle Carmen de Burgos, observaron un vehículo que circulaba a una velocidad excesiva y haciendo zig-zag. Iniciaron una persecución tras el mismo con señales luminosas y acústicas, procediendo a darle el alto en la calle Cristo Humildad y Paciencia. El conductor, F.R.R., de 36 años, que manifestó vivir en su coche, presentaba claros síntomas de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Al dar positivo en las correspondientes pruebas de detección alcohólica, fue detenido como responsable de un presunto delito contra la seguridad vial. Al indagar los agentes en sus antecedentes, se informaron que estaba en busca y captura por orden de un Juzgado de Sevilla por violencia de género.
Por otro lado, la tarde del día 14 cuando agentes de la Policía Local se encontraban patrullando por la plaza Santo Cristo, un individuo, que estaba reunido con un grupo en un bar, comenzó a proferir insultos contra ellos. Se le solicitó que se separara del grupo para ser identificado, a lo que se negó, para afirmar finalmente que no tenía documentación.
Ante lo complicado de la situación, los tres policías, que eran increpados por el numeroso grupo que acompañaba al citado, solicitan el apoyo de otros patrulleros, e informan al individuo de que sería trasladado a las dependencias al objeto de su identificación, a lo que responde forcejeando y lanzando golpes, por lo que tuvo que ser inmovilizado y esposado. Finalmente, A.G.M., de 26 años, fue detenido como presunto responsable de un delito de desobediencia grave y otro de resistencia grave a agentes de la autoridad.