Hace apenas un par de semanas, todo hacía indicar que el Balona-Lucena de este domingo sería decisivo para la sexta plaza, que da acceso a la próxima edición de la Copa del Rey. El cuadro cordobés se ha dejado de ir en las últimas semanas y ya casi no tiene opciones de clasificarse. El rival linense ahora es el Cacereño, con el que iguala en la diferencia de goles particular pero aventaja ampliamente en el general, por lo que en caso de triunfo linense, el puesto para la Copa por tercer año consecutivo estará asegurado si los extremeños no ganan, aunque incluso ganando sus opciones serían más que remotas.
Los albinegros preparan, por tanto, para este domingo la que puede ser la fiesta de la clasificación, para la Copa. El equipo linense recibe en el Municipal a un Lucena que llega, sin lugar a dudas, en el peor momento de sus últimas temporadas en Segunda B.
El conjunto cordobés acumula nada menos que ocho jornadas sin conocer la victoria. En ese periodo, desde que ganó al Écija el 23 de febrero (1-2), ha logrado tres empates y sufrido cinco derrotas, las dos últimas consecutivas, ante los filiales de Almería y Córdoba. Matemáticamente mantienen una leve opción de alcanzar a los linenses, pero en la práctica están descartados para esa lucha.
