En una nota señalan que la nueva frontera inteligente española sigue causando importantes retrasos para entrar y salir del Peñón
El Gobierno de Gibraltar ha anunciado que hoy se ha solicitado a la Oficina de Gibraltar en Bruselas que informe a la Comisión Europea sobre los últimos retrasos en la frontera, causados por la implantación de un sistema de control fronterizo automatizado en el lado español. Este tipo de sistemas están diseñados para mejorar el flujo en las fronteras, no para ralentizarlo.
El Gobierno fue informado primero de que la Policía Nacional empezó a probar el nuevo sistema en torno al mediodía del 16 de julio. Esto generó una cola con una espera de alrededor de 30 minutos para los peatones con destino a Gibraltar. Por este motivo, las autoridades españolas concluyeron las pruebas sobre las 14:00 horas de ese mismo día. Los problemas resurgieron a finales de la semana pasada, cuando la Policía Nacional retomó las pruebas del sistema. El problema reside en que decidieron hacerlo en hora punta, cuando más personas salen de Gibraltar y, como consecuencia de ello, el tiempo de espera llegó a ser de una hora. Esto provocó importantes molestias a muchas personas, entre ellas personas mayores y niños, que tuvieron que esperar la cola para entrar a España a una temperatura de 30 grados.
Aseguran que las escenas que se vivieron en la frontera fueron impactantes e inaceptables.
Las pruebas prosiguieron a lo largo del fin de semana, lo que afectó a las personas que salían de Gibraltar con destino a la Feria de La Línea de la Concepción y a altas horas de la noche, cuando volvían a casa después de acudir a la Feria. A las 7:40 de esta mañana, se ha formado una cola con un tiempo de espera de 30 minutos que ha afectado a trabajadores y visitantes que entraban en Gibraltar.
Si bien es cierto que éstos son acontecimientos recientes, debe recordarse que a lo largo de meses, las autoridades españolas no notificaron a tiempo a Gibraltar los cambios en la infraestructura, los carriles y los registros de vehículos en la frontera. En resumen, una vez más han decidido no comportarse como socios europeos.
El Viceministro Principal, Joseph García, comentó a propósito de los últimos retrasos en la frontera: “La llegada de la temporada turística coincide una vez más con trastornos en la frontera, causados por las autoridades españolas. Esta vez el problema se debe a la manera en que España ha escogido llevar a cabo cambios en su infraestructura. Se trata de un grave problema político que también tiene una dimensión humana muy tangible. Hay miles de personas que viven en España y trabajan en Gibraltar que, una vez más, deben aguantar estos inaceptables retrasos. Entre los afectados también hay turistas. La ironía está en que la mayoría de los afectados son de nacionalidad española y es su propio Gobierno el que les ocasiona estas dificultades. En circunstancias normales, cabría esperar que un cambio de tal envergadura, que afecta a miles de personas a diario, debería, como mínimo, haber sido objeto de una campaña de información pública por parte de España, con el fin de ponerlo en conocimiento de las personas que cruzan la frontera a diario. Como no ha sido el caso, el elemento sorpresa no ha hecho sino agravar una situación ya de por sí compleja. El Gobierno seguirá exponiendo las medidas de España en la frontera durante el tiempo que haga falta. Se enviará otro informe más completo, con fotografías, datos estadísticos y recortes de prensa a Bruselas”.