El portavoz socialista de La Línea, Miguel Tornay, ha vuelto a señalar "la precariedad de la seguridad ciudadana en La Línea. Si estas Navidades asistíamos sorprendidos al robo de una tonelada de tela asfáltica, ahora le ha tocado el turno a un comercio del Zabal, del que se han llevado varias motocicletas, según informan los medios de comunicación. La frecuencia con la que se producen este tipo de incidentes pone de manifiesto que continúan las deficiencias en materia de seguridad en nuestras calles, especialmente de noche y en las barriadas”.
Tornay responsabiliza directamente al alcalde, Juan Franco, del "fracaso de la política de seguridad en la ciudad: “ el alcalde no ha sabido gestionar los problemas de seguridad ciudadana ni implantar un modelo policial que dé respuesta a las demandas de los vecinos y que al mismo tiempo sea respetuoso con los derechos de las ciudadanía. Todo el esfuerzo se le va en reuniones y en promesas de una RPT milagrosa que parece que todo lo va a arreglar. Sin embargo, la realidad es la de una policía descontenta, en continua protesta y reivindicación de derechos laborales y una ciudad insegura donde los robos se alternan con los actos vandálicos. El sr. Franco, como máximo y único responsable, tanto por ser el alcalde como por tener un Concejal de Seguridad que no ejerce, nunca tuvo como prioridad un modelo de seguridad sino solo la reorganización salarial de la plantilla de policía. Y sin proyecto no puede haber una dirección clara en la que dirigir los esfuerzos, ni una estrategia eficaz para combatir la delincuencia y el vandalismo".
El concejal del PSOE se ha referido a "otro incidente reciente en la misma barriada, Hace unos días los vecinos del Zabal sufrieron cortes de luz durante horas como consecuencia de los destrozos ocasionados por desconocidos en las instalaciones y transformadores ubicados en varias casetas. El escaso éxito de las actuaciones e investigaciones policiales hace que, en la mayoría de los casos, estos actos queden impunes, con lo que se incrementan las probabilidades de que se repitan y aumenta también la sensación de inseguridad y desprotección de los propios vecinos".
