El resto de edificaciones que se localizan en la parcela -el muro, un cuarto trastero y un pequeño refugio- han quedado intactas. Sólo la vivienda ha tenido un triste final.
El nombre de Villa Celeste, que aún se puede leer en el acceso principal a la parcela, ya ha perdido su sentido. La casa a la que se refería, de fachada celeste, ya no existe. Su historia ha sido muy corta. Apenas seis años de existencia. Su propietaria, una ciudadana alemana, de nombre Margit Irmgard, la construyó en 2003 y hasta el momento de su fallecimiento -en 2007- luchó judicialmente con todas sus fuerzas para mantenerla en pie. Ahora, ni una ni otra están ya y la parcela presenta un aspecto desolador, tomada por la maleza y por una pequeña barca y un vehículo Volvo Polar abandonado.
Villa Celeste ha sido la segunda vivienda ilegal derribada en la historia de Chiclana, después de que en marzo fuera demolida otra en la Majada de los Chivos, en la zona de El Marquesado. En apenas ocho meses, Chiclana ha asistido a dos derribos de casas ilegales y puede que no sean los últimos, si no se inicia pronto el proceso de regularización de las Áreas de Gestión Básica.
Aunque no hay una cifra exacta, según las estimaciones de los representantes de las federaciones vecinales, podría haber cerca de 500 expedientes sancionadores en Fiscalía y, según ha manifestado el alcalde en más de una ocasión, “cinco o seis órdenes de derribo ya emitidas”. De ahí el interés de algunos vecinos por que se apruebe cuanto antes las ordenanza para la regularización. “Hay mucha gente que necesita que se apruebe este documento para evitar el derribo. No podemos fastidiar a esas personas. El proceso es voluntario y una vez que se inicie, que se acoja el que quiera y el que lo necesite y el que no, pues que no lo haga”, apunta Rafael Oliver, secretario de la Federación Pagumo.
Beneficios
De aprobarse definitivamente la nueva ordenanza -un trámite que podría llevarse a cabo este mismo mes-, aquellos propietarios de viviendas ilegales que tengan abierto un expediente de demolición podrán iniciar la regularización de su casa y así evitar el derribo e, incluso, podrían beneficiarse de descuentos en la multa al acogerse a este proceso.
El alcalde, José María Román, y la delegada municipal de Urbanismo, Cándida Verdier, así lo han trasladado a los vecinos en las diferentes reuniones que han mantenido con ellos para abordar este proceso, sin embargo esto se ha interpretado por los más críticos como una amenaza. “Lo único que hemos dicho es que aquellos que tengan un expediente de demolición abierto podrán verse beneficiados por este proceso y esa es la verdad”, aseguraba Verdier a este medio en una entrevista reciente.