E l legado de Oliver, una iniciativa solidaria de una pareja de Chiclana, Natalie Claytor y Manuel Moreno, fue creada en memoria de Oliver, quien
“nació durmiendo en noviembre de 2020”, para donar 'cuddle cots' a los hospitales, dándole a las familias el regalo del tiempo para ese último adiós.
Natalie y Manuel perdieron a su hijo unas semanas antes de la fecha prevista al nacimiento. “No pensamos que algo así nos pudiera ocurrir. Todo estaba preparado y de repente nos encontramos en el hospital, donde nos explican que Oliver no tenía latido”, recuerda Natalie.
Desde el momento en que perdieron a Oliver, Natalie y Manuel tuvieron que hacer frente a lo que nadie habla, la muerte perinatal. “Es más frecuente de lo que se piensa, pero la sociedad lo invisibiliza, nadie quiere hablar de ello, y nombrarlo te ayuda a afrontar el duelo”. Natalie se encontraba con conocidos que le hablaban del tiempo para evitar hablar de la muerte de su hijo que acababa de vivir.
“La gente no habla de tu proceso de duelo porque la sociedad no está preparada. Con un abrazo hubiera servido”.
Un tema tabú con el que ni los propios profesionales se ponen de acuerdo. “La sanidad no hizo nada, te dan de alta y para tu casa. Te enfrentas a la soledad del momento”. Algunos sugieren fotografiarse con el bebé fallecido para sobrellevar la pérdida, pero en la mayoría de casos no da tiempo material.
En los últimos años, parece que se está comenzando a tomar conciencia de esta situación, no solo la sociedad, también en los centros hospitalarios y, sobre todo, gracias a la labor de asociaciones y colectivos como Matrioska o Umamanitas, que ayudan a visibilizar la muerte perinatal.
“Los sanitarios muchas veces lo pasan igual de mal porque no saben qué decir; tener un protocolo de muerte perinatal les ayuda también a ellos”.
Gracias a una serie de Netflix, 'New Amsterdam', Natalie conoció las cuddle cots, cunas de abrazos, un dispositivo que permite a las familias dar tiempo para despedir al bebé. La cuna de abrazos, también conocida como cuna fría, utiliza un mecanismo sencillo: una máquina enfría el aire a 8º y lo introduce en una manta que rodea al cuerpo para que aguante más tiempo sin que se evidencien los síntomas físicos del fallecimiento. Está diseñada para partos desde las 22 semanas de embarazo y su objetivo es el de “regalar tiempo”.
“Cuando vi la 'cuddle cot', pensé cuánto me hubiera ayudado a mí a iniciar el duelo si hubiera podido disponer de ella. Enseguida me puse a investigar, y descubrí que en Ingalterra y en EEUU estaban muy extendidas. Tardé un poco en enseñárselo a mi marido, porque no sabía qué iba a pensar, pero me apoyó desde el primer momento ”.
Al comprobar que existían otras posibilidades para encarar la situación,
pusieron en marcha El legado de Oliver, un proyecto a través del cual recogen fondos para poder donar cuddle cots a los hospitales españoles.
Hasta ahora, Natalie y Manuel, han conseguido reunir el dinero suficiente para donar 5 cunas de abrazos,
todo un logro puesto que cada 'cuddle cot' tiene un precio aproximado de 3.000 euros. En la provincia, los hospitales de Cádiz, Jerez, Puerto Real y Algeciras ya cuentan con una cuna fría y un protocolo que “humaniza el duelo”.
En estos momentos hay siete hospitales españoles a la espera de recibir una cuna fría gracias a las donaciones de esta pareja, que pretende estar presente en todos los ámbitos para seguir recaudando fondos. “Estamos intentando llevar a cabo cenas benéficas, pruebas de atletismo y conciertos solidarios”.
Las 'cuddle cots' te dan “ese regalo del tiempo para dar el último adiós
. Siempre pienso que si pudiera retroceder en el tiempo, hubiera abrazo más fuerte a Oliver”, concluye.