La Delegación Municipal de Salud del Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera ha hecho públicos los datos relativos a las inspecciones realizadas en los chiringuitos situados en las playas de La Barrosa y Sancti Petri de cara a la temporal estival en la que la localidad se encuentra inmersa.
Estas intervenciones en las citadas instalaciones han tenido como objetivo verificar y hacer valer las condiciones higiénicas y sanitarias que desde las distintas administraciones públicas se exigen para garantizar a los ciudadanos, visitantes y consumidores las óptimas condiciones de salubridad en los citados lugares.
Así las cosas, se han llevado a cabo veintidós inspecciones a chiringuitos de todo el litoral chiclaneros, dieciocho de los cuales tienen cocinas, lo que aumenta el nivel y número de requisitos a cumplir. Son en estos lugares donde se han ejecutado las inspecciones más exhaustivas, debido a que, por su natural desarrollo laboral, precisan de manipulación de alimentos y, por ello, aumenta el riesgo sanitario.
Al respecto, la edil de Salud y Consumo, Ana María Bertón Belizón, ha declarado que “los chiringuitos de Chiclana de la Frontera han superado con éxito las evaluaciones ejecutadas y los informes son favorables. Estamos volcados en ofrecer tanto a chiclaneros como visitantes unas excelentes instalaciones de consumo, puesto que esto no solo redunda positivamente en el turismo local, sino en las garantías que posteriormente exigen otras instituciones que conceden galardones a nuestro litoral”.
Los preceptivos informes emitidos garantizan que, en general, se están ofreciendo unas buenas condiciones estructurales y de salubridad, que además están mejorando año a año, teniéndose en cuenta que aquellos que presentan deficiencias se les ha dado un plazo para que puedan subsanarlas.
En otros requisitos, se les exige un buen estado de limpieza y mantenimiento, así como que en todo momento ofrezcan unas condiciones adecuadas de manipulación y almacenamiento de alimentos a temperatura controlada y que haya una capacidad suficiente para poder mantenerlos con garantías de salubridad. Además, es requisito obligatorio que las instalaciones deban tener suministro suficiente de agua caliente y fría. También resulta fundamental la trazabilidad de los alimentos, llevándose un seguimiento adecuado al respecto.