La Policía Local ha cumplido su primera semana de controles de drogas a conductores de vehículos en aras de garantizar la seguridad vial en nuestra ciudad. Así, han sido siete los casos de positivo de los 108 controles realizados por parte de los agentes de la Policía Local entre los días 12 y 18 de febrero. De estos siete, cuatro han sido por consumición de cannabis, dos por anfetaminas y uno por opioides.
Hay que destacar que, al igual que ocurre en materia de alcoholemia, conducir vehículos habiendo consumido drogas tóxicas, sustancias psicotrópicas o estupefacientes puede derivar en una denuncia administrativa o en una penal. No obstante existe una diferencia muy importante con respecto a la denuncia administrativa por conducir bajo la influencia de alcohol y es que, en materia de drogas, no se exige tasa alguna, es decir, por el mero hecho de dar positivo ya se comete la infracción. Si, además, existen indicios de que la ingesta de drogas ha influido en la conducción, podría cometerse un delito.
En cuanto a las pruebas que se llevan a cabo, éstas consisten, básicamente, en la obtención de una muestra salival para su análisis en laboratorio, una vez que ha dado positivo en un test previo indiciario. Además, el sometimiento a dichas pruebas es obligatorio y la negativa a su realización supone la comisión de un delito. En caso de negativa a realizar la prueba, aclarar que la pena a imponer es superior a si realiza y ésta es positiva. Así, en el ámbito administrativo, la sanción por conducir habiendo incorporado drogas al organismo es de 1.000 euros y la detracción de 6 puntos del permiso de conducir.
Otros sucesos
En otro orden de cosas, esta pasada medianoche agentes de la Policía Local, que se encontraban realizando servicio de vigilancia de población, observaron un vehículo conducido por un varón, y junto a él una mujer con un menor de unos dos años en su regazo, por lo que procedieron a darle el alto. Una vez requerida la documentación, se comprobó que carecía de permiso de conducir por pérdida de vigencia. Cuando la ocupante del vehículo observó que el conductor estaba siendo denunciado, se dirigió al agente con graves insultos y amenazas, teniendo que ser retirada de la zona por el propio conductor dado el estado de agresividad que presentaba. Una vez identificado el conductor, A.R.R., de 51 años y con domicilio en La Línea de la Concepción, se le trasladó hasta dependencias policiales y se le instruyeron diligencias como responsable de un presunto delito contra la seguridad vial.
Ya las 3.00 horas una llamada telefónica alertaba de un vehículo que circulaba de lado a lado por la autovía de San Fernando a Chiclana, facilitando la descripción del mismo, siendo detectado en la avenida del Mueble. Los agentes, con el objeto de darle el alto, activaron las señales acústicas y luminosas del vehículo, sin que su conductora se percatara de su presencia, teniendo incluso que hacerle aspavientos para que parase, haciéndolo finalmente en mitad de la calzada.
Cuando procedían a su identificación, apreciaron que presentaba fuerte olor a alcohol, siendo incapaz de mantenerse de pie. Seguidamente se requirió la presencia del grupo de Atestados de la Policía Local, para la realización de las pruebas de alcoholemia. Una vez informada de los derechos y obligaciones que le asisten, procedieron a realizar la primera de las pruebas, siendo interrumpida de manera voluntaria por la conductora. Realizada una segunda prueba, ante la incapacidad para completarla, la conductora manifestó no querer continuar. Finalmente se procedió a la detención de R.M.F., de 40 años, con domicilio en Chiclana, como responsable de un presunto delito contra la seguridad vial.