La actriz Concha Velasco asegura que es "muy difícil para una mujer envejecer", pero ella sabe dónde está y el puesto que ocupa y lo único que le hace falta es "seguir trabajando, sabiendo que son otros personajes y otros papeles" los que tiene que afrontar porque tiene "otra edad".
A su 76 años, Velasco compagina su trabajo en la serie televisiva "Bajo sospecha" y la presentación de "Cine de Barrio" en TVE con la gira de la obra teatral "Olivia y Eugenio", con la que recorre España desde hace dos años.
En una entrevista con Efe con motivo del estreno de esa obra en Valencia, afirma que le encanta ser como es y el momento que vive, algo que atribuye a que siempre ha sabido adaptarse al momento que le correspondía "como mujer y como persona".
Considera que para "una mujer tonta" es difícil hacerse mayor en el mundo de las artes escénicas pero no para una "tan lista" como ella, aunque asegura que ser mujer es difícil: "Seguimos siendo la costilla de Adán".
"Yo no quiero ser costilla", reivindica la actriz vallisoletana, quien defiende que ella es "diferente" y que nació el 29 de noviembre de 1939, en la posguerra, por lo que ha crecido y evolucionado en este país, algo de lo que está "encantada".
Velasco espera seguir actuando mientras tenga la cabeza "privilegiada" que tiene, pero no pretende estar en el escenario hasta el último día pues quiere morir en su casa, rodeada de los suyos y porque morirse en un escenario, proclama, es "una falta de educación".
Rechaza hablar de política porque dice estar "perpleja y desconcertada" pero ve el panorama político nacional "con una perspectiva triste" y reconoce que no se esperaba que "pasaran estas cosas", aunque indica que "son otros momentos y a lo mejor era esto lo que tenía que pasar y a lo mejor es bueno".
Concha Velasco se muestra desconfiada en una posible rebaja del IVA cultural al considerar que "una vez puesto no lo va a quitar nadie" y que "se va a quedar para siempre".
El espectador sigue siendo el mismo que cuando ella empezó a actuar, señala para añadir que quienes han cambiado son "los empresarios que a veces se aferran a que no pueden hacer mejores espectáculos porque el IVA no se lo permite".
"Los buenos empresarios, los buenos actores y los buenos directores saben que se puede hacer un espectáculo siempre que haya un buen texto, un buen actor y un espectador", defiende la artista.
En 2014 se vio obligada a dejar los escenarios por una enfermedad de la que está recuperada pero que le obliga a mantener una dieta sin grasas, ni siquiera una copa de vino blanco, aunque asegura llevarlo bien porque ha adelgazado doce kilos y le ha sentado "estupendamente".
Además, explica que no estuvo desconectada del trabajo ya que durante el tiempo que tuvo que estar en casa tras salir del hospital le visitaban diariamente los responsables de la obra "Olivia y Eugenio" para charlar, memorizar y que "no perdiese nunca el ritmo".
Velasco agradece esas visitas y reconoce que le vinieron "muy bien" porque en el terreno de la interpretación hay que "memorizar mucho" y si uno se para, "a lo mejor cuesta más trabajo" recuperar el ritmo.
Con decenas de trabajos a sus espaldas en teatro, cine y televisión, Concha Velasco afirma que le gusta "todo" y que se encuentra bien en cualquier ámbito "sabiendo utilizar bien la técnica", y añade que se adapta bien a cualquier medio porque trabaja en ellos desde que era pequeña.
Son muchos, lamenta, los personajes que se le han escapado en los más de 60 años que lleva en la interpretación, en parte porque ha tenido la suerte de que casi todas las obras teatrales que ha hecho han estado "dos años o tres en cartel", como es el caso de "Olivia y Eugenio".