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Lunes 18/11/2024
 
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CinemaScope

"La cultura soluciona necesidades sociales que hay que alimentar"

La actriz linense Consuelo Trujillo ha vivido momentos especiales en su ciudad tras presentar su trabajo en 'La Novia', una película nominada a 12 premios Goya

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  • Consuelo Trujillo -
  • “Creo que en la comarca hay un potencial muy grande, pero está muy desatendido”
  • “Me siento agradecida a Paula Ortiz por confiar en mí"

La artista linense ha vivido esta semana momentos especiales en su ciudad con la celebración de varias actividades, promovidas por la asociación Artis7, en las que ha presentado la cinta ‘La novia’ ante el público campogibraltareño y ha mantenido una charla con jóvenes para hablar de cine. El cariño recibido por el público y la emoción de participar en esta cita ‘en casa’ se expresan en sus ojos al hablar para este diario justo después de la proyección de la película.

“Los políticos no se deben olvidar de que necesitamos el arte para nuestra alma”


¿Qué supone para usted haber podido presentar por fin un trabajo cinematográfico como ‘La Novia’ en La Línea?

—Estoy muy emocionada. Para mí era muy importante traer La Novia a mi pueblo y a mi tierra. Estaba muy triste por el hecho de que no se hubiera estrenado en el Campo de Gibraltar. Cuando me llamaron las chicas de Artis7 me pareció una idea estupenda. En seguida busqué un hueco en la agenda. Para mí ha sido un acontecimiento importante que se viera este trabajo mío aquí y que se viera esta película. Ha sido muy bonito el encuentro de este miércoles con 300 jóvenes de bachillerato, muy emocionante. Hemos estado más de dos horas y no se querían ir, haciendo preguntas...Ha sido un encuentro muy vibrante. Ojalá se sigan haciendo este tipo de encuentros con la gente joven, porque está como necesitada de alimento, de conocer visiones. Y esta tarde (por el miércoles) ha sido maravilloso ver la acogida que ha tenido la película entre el público y luego tener la oportunidad de tener un coloquio, oiros, tener la oportunidad de responder vuestras preguntas. Eso para nosotros es alimento. Y luego ya, desde un punto de vista más personal, sentir a mi madre en el patio de butacas. Sentía incluso la presencia de mi padre que ya no está, pero que me ha acompañado en toda mi vida y en todo mi camino, y hoy, él que amaba tantísimo La Línea y deseaba tanto que mi trabajo se viera aquí pues siento que desde el cielo estará contento. La presencia de mi familia, de amigos que no veía desde hacía muchísimo tiempo, pues es bonito compartirlo. Estoy muy agradecida.

Ya había interpretado personajes de García Lorca anteriormente en el teatro. ¿Cómo ha sido este paso al cine?

—Ha sido muy enriquecedor, porque conocía muchísimo la obra. En teatro había hecho el personaje de la madre. De alguna manera, cuando Paula Ortiz me dijo que hiciera la criada, dije, ay, y ahora qué. Porque tenía la madre metida en mis huesos. Me pareció que ésa era la riqueza. Ya la madre la había hecho en el teatro. Hacer ahora ese personaje tan grande como la criada, pero tan opuesto... es un personaje lleno de vida, lleno de amor, de compasión. Realmente es un personaje que está viendo venir la tragedia. Y tiene la humildad de querer salvar a su niña, su vida, pero no puede hacer nada. Ha sido para mí una oportunidad de oro haber participado en el teatro en Bodas de sangre haciendo el papel de la madre y luego participar en la versión cinematográfica con el personaje de la criada. Pues me siento bendecida por Federico García Lorca y agradecida enormemente a Paula Ortiz, que me eligió, que confió en mí, y que además me dirigió muy bien.  

Recientemente ha recibido el premio Ercilla a la mejor interpretación de reparto por la obra teatral Medea. ¿Qué significan para usted este tipo de reconocimientos?

—Los premios nos vienen muy bien porque los actores somos frágiles e inseguros. Entonces, que nos reconozcan nos da ánimos y nos da fuerzas para combatir los momentos difíciles, que son muchos, y no perder el aliento y la ilusión. Eso es importante, pero lo más importante para mí, el gran premio, es poder dedicar mi vida a lo que amo. Poder estar cumpliendo mi sueño, poder dedicar mi vida al mundo de la interpretación, al teatro, al cine. Ése es el gran premio. Entonces, me despierto todos los días dándole gracias a Dios y pidiendo estar aquí hasta que me muera, ya sea haciendo papeles grandes o papeles pequeños, ya sea en el teatro o en el cine, con papeles protagonistas o secundarios, pero estar, estar en el mundo de la interpretación, que es un regalo.

Además de actuar, haces también formación. También has estado en varios proyectos en lugares como Chiapas, en México.

—Estuve con un proyecto de Desarrollo Humano trabajando con comunidades indígenas, en un proyecto humanitario muy potente. Ahíla gente está muy necesitada y muy machacada. Agradece todo. Yo estuve haciendo teatro con ellos. Hacíamos obras de teatro que ellos inventaban, reflexionando sobre sus problemas, su realidad, las dificultades que tienen. Trabajamos con las mujeres, que están muy oprimidas, muy marginadas, muy machacadas. Con esas comunidades que viven en la pobreza y también en el olvido, que realmente son los primeros habitantes de América, y es como si se les hubiera echado de su tierra en todas partes. A la vez tienen una riqueza, un mundo espiritual y simbólico increíble, una humanidad, un sentido de lo comunitario. Me enseñaron muchísimo. Así que fue todo un viaje. Fui varios años y seguramente volveré.

¿Cómo ve el panorama del cine a nivel local?

—Creo que aquí hay un potencial muy grande, lo que pasa es que creo que el cine está muy desatendido. Es decir, es que no hay cines... Entonces, creo que lo primero que tendría que ser es que hubiera cines, que hubiera teatro, que se programara más teatro, que hubiera actividades para los jóvenes relacionados con el mundo de la interpretación.  Hacer teatro e interpretación es bueno para los jóvenes, no solamente se vayan o no dedicar a ello. Es una herramienta educativa maravillosa y una herramienta para la salud. Aliento a las autoridades, que sé que están haciendo esfuerzos, porque sé lo difícil que es en La Línea. Es una ciudad con muchísimos problemas, económicamente muy carente. Sé que hay muchas otras necesidades sociales, pero yo creo que la cultura y el arte hay que atenderlos porque yo creo que cuando se atiende nuestra alma, alimentando la cultura y el arte, se solucionan otras cuestiones sociales que hay que alimentar. Somos seres humanos. Los seres humanos nos diferenciamos de los animales en que tenemos un sentido espiritual. Podemos apreciar la belleza. Necesitamos el alimento del arte para nuestra alma. Creo que los políticos no se deben olvidar de estos.

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