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Jueves 14/11/2024
 

Córdoba

Cáritas Diocesana ha cubierto necesidades básicas de más personas en cuatro meses de 2013 que en todo 2012

Cada vez más familias con "un perfil normalizado" traspasan el umbral de la pobreza y entran en riesgo de exclusión social

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En Córdoba y su provincia se está registrando un "aumento progresivo de familias con necesidades básicas", de alimentación, vivienda, ropa e incluso de medicamentos que no se pueden costear, que acuden a los servicios de acogida de Cáritas Diocesana. Tanto es así que, solo en los cuatro primeros meses de este año 2013, hasta el pasado 30 de abril, el número de atenciones prestadas por Cáritas Diocesana ha sido de 1.835, frente a las 1.800 que prestó durante todo el pasado año 2012.

   Así lo ha destacado este martes en rueda de prensa el secretario general de Cáritas en Córdoba, Salvador Ruiz, quien, junto con el delegado diocesano de Cáritas, Manuel Hinojosa Petit, y la directora de Cáritas, María Dolores Vallecillo, ha ofrecido un balance de la actividad de esta organización de la Iglesia Católica en la provincia durante 2012 y los primeros meses del presente año.

   A este respecto, Ruiz ha señalado que en Córdoba "cada vez encontramos más gente afectada por algún factor de exclusión, y más hogares están por debajo del umbral de la pobreza o tienen dificultades para hacer frente a gastos imprevistos".

   Según ha subrayado, "las situaciones de paro de larga duración, que son especialmente evidentes, están condenando a familias enteras a situaciones dramáticas. Se están acabando las ayudas y vemos cómo ha aumentando, respecto al año pasado, el número de personas que acceden por primera vez a Caritas y que no responden al perfil habitual de nuestros servicios", sino que tienen "un perfil normalizado", hasta el punto que han pasado, en un año o dos, de llevar una vida normal a tener que recurrir a Cáritas para poder comer.

   En concreto, Cáritas en la Diócesis de Córdoba ha posibilitado en 2012 que 128.025 personas "puedan afrontar con esperanza estos tiempos convulsos", lo que le ha supuesto "una aportación económica total de 4.833.148 euros", siendo destacables los programas de empleo, que "han hecho posible la contratación de 92 personas en riesgo de exclusión social", todo ello como respuesta a las demandas de ayuda recibidas durante el pasado año en toda la Diócesis, "se han visto incrementadas un 30% con respecto al año anterior".

   De forma específica, por parte de Cáritas Diocesana se prestaron durante 2012 las mencionadas 1.800 atenciones, de las que se beneficiaron 2.900 personas y 725 familias, mientras que, "a 30 de abril de 2013 se han realizado en torno a 1.835 atenciones, de las cuales se han beneficiado 377 familias nuevas". En este sentido, "el Economato Social ayudó a más de 400 personas en solo dos meses de 2012 y, a día de hoy, se están beneficiando más de 2.200 personas".

   En datos totales, Caritas Diocesana de Córdoba, a través de sus Servicios Generales, ha acompañado en sus itinerarios de inserción a 5.218 personas, a través de sus proyectos, centros de acogida y programas de empleo. Esto ha sido posible gracias a los 3.400.758 euros provenientes en su mayoría de donaciones privadas.

   A la acción de Cáritas Diocesana hay que sumar la actividad de las 167 parroquias de la Diócesis en las que está presente Caritas, que han recibido en 2012 demandas de ayuda principalmente en alimentación, vivienda y empleo.

   La acción de Caritas a través de sus más de 1.000 voluntarios se evidencia especialmente en la acogida y acompañamiento de las personas y familias, en las ayudas económicas, en alimentación y en vivienda. En este sentido, las Cáritas Parroquiales han dado respuesta a 122.807 personas, con una aportación económica de 1.432.390 euros, que provienen en su totalidad de las comunidades cristianas.

PERSONAS CON DIGNIDAD

   Tras dar a conocer estos dados, desde Cáritas se ha querido hacer constar, una vez más, "que en contextos de crecimiento económico, en momentos de estancamiento y en momentos de profunda crisis, las personas no tienen precio, sino dignidad, por lo que cabe hacer un llamamiento social a un mayor compromiso con las personas y países empobrecidos en las políticas públicas, en el compromiso ciudadano, en la responsabilidad de las empresas y empresarios".

   A juicio de Cáritas, "vivimos tiempos en los que tenemos que hacer especiales esfuerzos y sacrificios, pero no podemos olvidar poner en el centro a las personas más frágiles. Una sociedad que no reconoce la dignidad y los derechos de las personas más vulnerables es una sociedad que acabará no reconociéndose a sí misma, que estará en continuo movimiento, sin saber de dónde viene ni a dónde va".

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