La Asociación de Empresarios de la Construcción de Córdoba, Construcor, entiende que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014, los llamados "presupuestos de la recuperación", al igual que el proyecto presupuestario de la Junta de Andalucía para el próximo año son "un nuevo rejonazo" y "un jarro de agua helada para el sector de la construcción".
A este respecto y a través de un comunicado, Construcor ha explicado que los PGE "contemplan una disminución del 9,4% de la inversión directa en infraestructuras", mientras que "en el caso de la Junta de Andalucía el ajuste para 2014 es aún mayor, ya que las inversiones previstas experimentan una reducción del 13,2% respecto de las presupuestadas para 2013".
De esta forma y según la patronal cordobesa de la construcción, si se tienen en cuenta "los ajustes producidos desde el año 2011, la inversión del conjunto de las administraciones públicas se ha reducido en este período un 86%".
A juicio de Construcor, "estos recortes continuados de las inversiones en infraestructuras constituyen un varapalo para un sector que está siendo injustamente maltratado", pues "se le acusó de ser el verdadero causante de la crítica situación en que se encuentra inmersa la economía, cuando en realidad el verdadero motivo de éste desastre son las gravísimas irregularidades cometidas por las entidades de crédito, que para ello contaron con la complicidad de los órganos responsables del control y supervisión del sistema financiero, que hicieron una manifiesta dejación de sus funciones".
Además, según Construcor, el sector de la construcción "no es solo 'ladrillo', sino que también constituye un pilar básico y fundamental para la ejecución de infraestructuras que son estratégicas para otros sectores de la economía, además de una industria vinculada con la innovación, el desarrollo, la investigación y la aplicación de complejas y avanzadas técnicas, que han supuesto un salto cualitativo en la mejora del bienestar social".
En consecuencia, en Construcor "ni siente ni deja de sentir nostalgia por el 'ladrillo', solo se reclama seguridad jurídica, certeza económica, menos sobreactuación y más realidades, menos discursos y mensajes y más hechos concretos".