La familia del supuesto bebé robado que denunció su hermano gemelo, Andrés Cepas, y que ahora la familia considera confirmado después de que exhumara los restos y descubriera que en la sepultura había huesos de una niña sin ninguna relación genética ni con él ni con su madre, pide que se investigue de una manera "seria y profunda", tras la reapertura por el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba.

   En declaraciones a los periodistas, la hermana de los gemelos, María José Cepas, acompañada por sus letrados, ha manifestado que se encuentra "contenta" con la reapertura, que coincide en esta jornada con "el cumpleaños de sus hermanos" --Andrés, al que ha podido felicitar, y espera que a Juan Ignacio "el año que viene sí"--.

   En este sentido, se muestra "llena de esperanza" en la investigación, porque, confiesa, "estos años han sido un poco locura para la familia al intentar sacar documentación e información de donde no había, buscando y ha sido un periodo muy duro", algo que "es una muestra más de que las familias de los supuestos bebés robados estamos muy desamparados".

   No obstante, resalta que "la reapertura en el juzgado es un hilo de esperanza para que se pueda hacer una investigación y saber dónde está mi hermano", después de que han hecho todo lo que pidió la justicia, según apunta Cepas, quien defiende que "solo quiere que aparezca" Juan Ignacio y considera que "este caso tendrá justicia" el día que sus hermanos "se miren a los ojos".

   Mientras, el abogado de la familia, Alberto Prian, ha señalado que la reapertura de las diligencias las han recibido "con optimismo, fuerza y alegría", y, agrega, "esperando a hacer cosas que puedan llegar a la determinación de dónde está si hubo realmente o no una sustracción del bebé".

   Asimismo, valora que el caso esté bajo secreto de sumario, dado que "está bien planteado para realizar actuaciones que merecen de ese secreto", de manera que "la decisión del juez es acertada", y destaca que "no se pierde tiempo, teniendo en cuenta que la sustracción se hizo en el año 1985 y no cuenta en contra el tiempo, porque paso hace mucho".

   Igualmente, destaca la relevancia del informe de AND tras la exhumación de restos, por ser "el único motivo de reapertura", aunque ahora "se deben realizar otras diligencias que refuercen esa prueba contundente", señala el letrado, quien confía en solicitar nuevas diligencias cuando se levante el secreto de sumario.

LA REAPERTURA DEL CASO

   En concreto, el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba ha acordado este miércoles la reapertura del caso, después de que el abogado de la familia aportara la citada prueba, según la cual queda demostrado que los restos enterrados no corresponden al hermano cien por cien genéticamente idéntico al gemelo vivo, sino a una niña prematura.

   La familia se ha mostrado confiada en que esta reapertura sea "el espaldarazo definitivo y necesario" para que se practiquen las diligencias pertinentes que den como resultado el encuentro con el gemelo que presuntamente les robaron, el cual hubiese recibido el nombre de Juan Ignacio.

   La Fiscalía Provincial de Córdoba había solicitado la reapertura del caso tras recibir el informe de la exhumación y el estudio de AND, unos datos de los que no se disponía cuando las diligencias fueron archivadas provisionalmente.

"UNA REALIDAD DISTINTA"

   En el escrito de la familia para la reapertura, se resalta que en la exhumación y traslado de los restos recogidos de la sepultura en la que debía estar enterrado el gemelo se ha seguido "un procedimiento asegurador de la cadena de custodia exhaustiva y pormenorizadamente documentado". Y se destaca, como concluyente, el informe de AND en el que se afirma que los restos analizados no tienen ninguna relación genética con Andrés Cepas ni con su madre, "en otras palabras, que los restos encontrados no pertenecen a Jesús Cepas".

   Ambos informes "son absolutamente concluyentes a la hora de acreditar los extremos denunciados", señala el escrito de la familia, y aún es más "relevante" esta prueba al ponerla "en conexión con los datos aportados" con anterioridad. En este sentido, recuerda, por ejemplo, que no existe historia clínica de los gemelos; que una monja dijo que lo había bautizado y no está acreditado documentalmente; que ninguno de los intervinientes indicó la causa de la muerte, y que los familiares no vieron al niño antes de su entierro.

   "Es por tanto evidente --concluye el escrito-- que las pruebas aportadas crean una realidad distinta a la que produce el archivo de las actuaciones y dan valor de realidad de que se pudiera haber sustraído al menor Jesús Cepas, encontrándonos ante un delito de detención ilegal continuado en el tiempo".

   Cabe destacar que la familia del joven cordobés Andrés Cepas ya ha entregado en la Fiscalía General del Estado toda la documentación y pruebas del caso de supuesto bebé robado, para que el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, conozca "la información de primera mano".

   En concreto, el pasado mes de septiembre la familia encargó realizar la exhumación de los restos enterrados en el cementerio de San Rafael desde el año 1985, una vez que la justicia ya ha archivado este caso tres veces, tanto en la Fiscalía, como en el juzgado de instrucción y en la Audiencia Provincial.