'El programa de Ana Rosa' ha revelado este martes tres episodios de la vida de Daniel Sancho hasta ahora desconocidos que dejan entrever el lado más oscuro y conflictivo del hijo de Rodolfo Sancho, en prisión provisional por el presunto asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta. Este crimen no es el único problema legal del chef español, sobre el que pesan dos denuncias en España por resistencia a la autoridad y agresión.
El
primero de estos tres momentos que reflejan la reacción del joven al verse sometido a instantes de estrés , como ha contado Alfonso Egea, se produjo en el post-confinamiento, en 2020. Daniel asistió con un grupo de amigos a un concierto en algún lugar de la geografía española, y abandonó unos minutos el recinto. Al intentar volver a acceder al lugar, hay un problema con los controladores de acceso que obligó a la Policía a intervenir. Se desconocen los detalles, pero el nieto de Sancho Gracia
acabó denunciado por resistencia a la autoridad y el suceso está judicializado.
El
segundo y llamativo episodio del pasado de Daniel ocurrió cuando rondaba los 25 años. El chef se encontraba en la madrileña calle de José Abascal acompañado por una mujer cuando intentó colarse de un ciudadano para coger un taxi. Este ciudadano se lo recriminó diciéndole que aguardase su turno como todo el mundo y la cosa
acabó a puñetazos. Este hombre, con severas lesiones,
denunció por agresión al hijo de Rodolfo Sancho, que también tiene pendiente con la justicia española este tema.
Y si damos un paso más remontándonos a un pasado más lejano, existe otro
tercer episodio. Daniel tuvo un problema con otro miembro de un club privado de Madrid en el que se forman deportistas de élite. Se desconocen los detalles del suceso, pero el chef
fue expulsado diez meses del exclusivo centro y al parecer incluso hubo una especie de enfrentamiento entre sus padres y los del otro joven con el que tuvo el encontronazo.
Sin duda, tres episodios de lo más reveladores que dejan entrever que el retrato de Daniel que han dado sus amigos -que es una persona tranquila, amable, buena, educada...- no correspondería exactamente con la realidad.