Desde este domingo, el Real Madrid encara un 2023 en el que hay siete futbolistas que acaban contrato, con, según pudo saber EFE, el francés Karim Benzema y el croata Luka Modric ya habiendo encarrilado su continuidad una temporada más; con la posibilidad de tener ocho partidos en enero, en tres competiciones diferentes; y con la culminación del nuevo Santiago Bernabéu para el verano.
Tanto delantero como centrocampista, los dos últimos Balones de Oro del conjunto blanco, prolongarán, al menos y salvo giro inesperado, una campaña más sus respectivos contratos a la espera de la rubricación de estos.
Una fórmula de renovación por una temporada habitual en el club que preside Florentino Pérez cuando los futbolistas pasan de la treintena.
KROOS LIDERA LA INCERTIDUMBRE
Entre la retirada o seguir vistiendo la camiseta del Real Madrid se debate Kroos. El alemán siempre se ha mostrado honesto tanto con el club como en sus declaraciones ante la prensa.
Antes de renovar, el centrocampista quería comprobar que seguía capacitado para seguir jugando al más alto nivel y, hasta el momento, no se ha notado un bajón en su rendimiento. Cabe destacar, sobre todo, durante esta temporada su gran partido en el clásico frente al Barcelona (2-1): pase al hueco perfecto para Vinicius, 89.1% de acierto en el pase y una lectura magnífica del juego tanto en ataque como en defensa.
La primera mitad de temporada le ha servido para medirse y el parón, como él mismo reconoció en noviembre, para meditar su decisión.
“Estoy muy tranquilo, ahora en el descanso voy a pensar qué puede pasar el año que viene y poco a poco decidiré qué quiero hacer. Lo que siempre he dicho y no ha cambiado es que no voy a ir a ningún lado, no voy a cambiar de club, me voy a retirar en el Real Madrid, pero no sé cuándo”, aseguró en una rueda de prensa.
De momento, esa decisión no ha trascendido y desde el club, que le renovará siempre que Kroos quiera, siguen esperándola a la vez que se mueven en el mercado, con el inglés Jude Bellingham siendo el elegido para reforzar el centro del campo; eso sí, tome la decisión que tome Kroos.
Una situación que tiene algo de parecido a la que vive Nacho Fernández, ya que también depende de él su continuidad en el club en el que lleva toda su vida. Si quiere seguir, va a seguir, pero su protagonismo ha bajado esta campaña con la llegada del alemán Antonio Rüdiger y esto podría anticipar su adiós.
414 minutos ha disputado el canterano del Real Madrid, con tres titularidades en ‘Champions’ y una en Liga en su rol de cuarto central o comodín para ambos laterales. Tras diez temporadas en el primer equipo, su futuro está en sus manos.
ASENSIO, CEBALLOS Y EL ADIÓS DE MARIANO
Diferentes situaciones atraviesan los otros tres futbolistas que finalizan sus actuales contratos el próximo 30 de junio. Mariano es el que, salvo sorpresa mayúscula tiene garantizado su adiós al acabar el acuerdo que firmó en 2018 cuando volvió a la disciplina madridista tras un buen año en las filas del Olympique de Lyon en el que anotó 21 goles, nueve más que en las cinco temporadas en el Real Madrid.
Tras varios años de infructuosas intentonas para que hiciera las maletas, el 30 de junio supondrá su adiós, como podría serlo para Marco Asensio y Dani Ceballos.
Ambos fueron titulares en el último partido del 2022 del Real Madrid, en la victoria 0-2 frente al Real Valladolid, jugando 60 y 69 minutos, respectivamente, pero sin gran incidencia en el juego.
Asensio ya pareció estar cerca de abandonar el club el pasado verano, incluso el técnico italiano Carlo Ancelotti reconoció que no contaba con él hasta que se resolviera su situación. Sin embargo, se quedó, su protagonismo esta campaña bajó y aún no tiene oferta de renovación sobre la mesa cuando, desde este 1 de enero, es libre de negociar con cualquier equipo su próximo contrato.
Situación parecida vivió Ceballos hace cinco meses. Quería más protagonismo y la llegada de Tchouaméni daba más competencia aún en el centro del campo. Casemiro salió y Ancelotti le insistió en que le gustaría que se quedase al ser un perfil diferente al resto de sus opciones, aunque no por ello iba a gozar de un mayor estatus dentro de la plantilla.
Con una vuelta al Betis siempre rondando su futuro, Ceballos, como Asensio, ambos con 26 años, afronta un 2023 de cara a sus siguientes objetivos en su carrera.
De momento, el apretado calendario del Real Madrid, con la posibilidad de jugar hasta ocho partidos en el mes de enero, en tres competiciones diferentes -LaLiga Santander, Copa del Rey y Supercopa de España- les abrirán las puertas a tener mayor protagonismo.
De los ocho encuentros, cinco son fijos. Uno de ellos depende de que el Real Madrid gane al Valencia en semifinales de la Supercopa y los otros dos de que los de Ancelotti alcancen los cuartos de Copa.
Un calendario que, ampliando la mira hasta finales de febrero, cuenta con dos competiciones más -Mundial de Clubes y Liga de Campeones- y un total posible de 17 partidos en cuatro países diferentes.
LaLiga Santander y Copa del Rey en España, Supercopa de Europa en Marruecos, Mundial de Clubes -que se disputará en febrero- en Marruecos y la ida de la Liga de Campeones contra el Liverpool en Inglaterra.
Semanas frenéticas para un Real Madrid que se jugará buena parte del devenir de su temporada en los próximos dos meses, a la vez que aceleran las obras de remodelación de un Santiago Bernabéu que, en la última previsión dada por Florentino Pérez, estará listo para el verano de este año 2023.
Primero la pandemia del coronavirus y luego la invasión rusa a Ucrania hicieron que su fecha de finalización sufriera retrasos debido a la reducción de suministros, pero el nuevo Bernabéu ya asoma y su inauguración es uno de los momentos más esperados tanto por el club como por su afición.