Carlos Alcaraz dejará atrás este viernes la adolescencia en el estadio Manolo Santana, con el croata Borna Coric al otro lado de la red y una nueva final del Masters 1.000 de Madrid en el horizonte, la segunda seguida, y el título entre ceja y ceja.
La ATP fija los veinte años como el inicio de la edad adulta. Y esa es la que alcanza este viernes el número dos del mundo y vigente campeón del torneo de Madrid en las semifinales que va a disputar ante Coric.
Este aniversario es ya habitual en el torneo madrileño, una celebración tradicional en la Caja Mágica. Desde hace tres años, los que lleva el jugador de El Palmar como profesional en el circuito, su aniversario coincide con este evento. Además, la celebración se hace sin disimulo. Es un acto sonoro. Algo que no pasa inadvertido.
Mientras Rafael Nadal cumple años en pleno Roland Garros, donde más ha triunfado, Alcaraz sopla las velas en Madrid. Especial fue el primero, en el que alcanzó la mayoría de edad. Hace dos temporadas.
Llegó entonces a la Caja Mágica con 17, invitado del torneo, como gran promesa y un futuro abierto. Pero con un bagaje aún por crear. Alcanzó la mayoría de edad en un partido contra Nadal. Fue un sueño para el tenista de El Palmar, por primera vez cara a cara con su ídolo.
Con el brazo encogido, atenazado por la magnitud de la pista central, la repercusión del acto y la dimensión del adversario apenas hizo frente al balear sobre la pista y cayó con precipitación en segunda ronda. No fue a más.
Una temporada después cumplió los diecinueve frente al británico Cameron Norrie. Como aire fresco en el tenis español, una nueva ilusión, el relevo. Era tercera ronda, pero Alcaraz ya había despuntado en el circuito. Había ganado sus primeros títulos y era una realidad raqueta en mano.
El público le cantó cumpleaños feliz después de vencer su partido. Una tarta obsequio de la organización apareció en la pista. En cuartos de final se midió a Nadal y por primera vez le ganó. En semifinales, a Novak Djkolivoc y también triunfó. Y en la final a Alexander Zverev. Salió el español con el título bajo el brazo.
Esta vez Alcaraz deja atrás la adolescencia. Se hace mayor el murciano en un compromiso de semifinales en el que parte como favorito, frente al croata Borna Coric, vigésimo tenista del mundo. La final a la vista y también, algo más allá, el número uno del mundo. Y toda la historia por delante.
"Mi sueño es ser uno de los mejores tenistas de la historia. Es un sueño muy grande, probablemente demasiado grande. Pero en este mundo tienes que soñar y pensar en grande. Quiero ser parte de ese grupo de mejores jugadores de la historia y voy a trabajar para ello", comenta.
Alcaraz disputará unas nuevas semifinales el viernes. Las sextas de la temporada. Un tramo que es habitual para el número dos del mundo, que en los seis torneos que ha participado en lo que va de año siempre, al menos, ha logrado un sitio entre los cuatro mejores.
Se perdió por lesión el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada, pero en febrero disputó el torneo de Buenos Aires que ganó en la final al británico Cameron Norrie, con el que perdió el partido por el título en Río de Janeiro, su segundo evento del curso.
Ganó a Daniil Medvedev en el Masters 1000 de Indian Wells y se impuso en Barcelona a Stefano Tsitsipas. La única competición en la que no llegó a la final fue en el Masters 1.000 de Miami, donde Jannik Sinner, en semifinales, le apartó del éxito.
Con tres trofeos en lo que va de 2023 -nueve en total- y una final, la de Río esta temporada -tres en su carrera-, afronta Alcaraz el tramo decisivo del Mutua Madrid Open.
Se mide en semifinales a Coric, con el que nunca se ha enfrentado. El español ha dejado en el camino al finlandés Emil Ruusuvuori, al alemán Alexander Zverev y al ruso Karen Khachanov. Con ocho victorias seguidas en tierra (cinco en Barcelona y tres en Madrid), encara el duelo frente al jugador de Zagreb, vigésimo del mundo, de 26 años.
El balcánico, con solo tres trofeos a lo largo de su recorrido, el último y más lustroso el del año pasado en el Masters 1.000 de Cincinnati, y cinco finales más, como la del Masters 1.000 de Shanghai en 2018, firma en Madrid su mejor registro en lo que va de 2023.
Hasta llegar a la Caja Mágica, donde ha superado uno por uno al francés Hugo Gaston, el polaco Hubert Hurkacz y el español Alejandro Davidovich, no había rebasado unos cuartos de final como los de Dubai o Montpellier.
Por sexta vez disputa el torneo de Madrid. Hasta esta temporada los cuartos de final que jugó en 2017 y perdió contra el austríaco Dominik Thiem fue su papel más destacado. Ahora está en puertas de la final, con Alcaraz como adversario.