El francés Thibaut Pinot (Francaise), el benjamín del Tour, se rebeló ante la persecución del grupo de favoritos y ganó en solitario la octava etapa disputada entre Belfort y Porrentruy (Suiza), de 157,5 kilómetros, jornada feliz para Bradley Wiggins por mantener el maillot amarillo y aciaga para Samuel Sánchez, retirado con fractura de metacarpo y Alejandro Valverde, que perdió 2.21 minutos.
Pinot, de 22 años, marchó en solitario los últimos 17 kilómetros, desde poco antes de coronar el último de los siete puertos de la jornada, el Col de la Croix, y aguantó la persecución de un grupo de diez corredores con todos los favoritos, que fueron incapaces de impedir el sueño del juvenil Pinot, quien ofreció en tierras suizas la primera victoria del Tour a los franceses.
El grupo del líder entró a 26 segundos encabezado por Cadel Evans, quien respondió a un último ataque de Vandenbroucke, y donde también estaban Gallopin, Wiggins, Nibali, Vandenbroeck, Froome, Menchov y Zubeldia. Alejandro Valverde, que fue víctima de otra caída, volvió a dar otro paso atrás. No es su Tour. Perdió 2.21 minutos.
La general no sufrió cambio alguno, y tiene pinta de cambiar poco hasta París. Bradley Wiggins mantuvo el jersey amarillo y las mismas diferencias de la víspera. Evans le sigue a 10 segundos y Vincenzo Nibali a 16. El primer español, quinto, es Haimar Zubeldia (Radioshack) a 59 segundos, ya con los galones del Radioshack.
Etapa sin tregua que entró en Suiza para encumbrar a unos y hundir a otros. La cima de La Croix, cerca de meta, estaba marcada por Samuel Sánchez (Euskaltel) para lanzarse en el descenso en busca de una victoria que aliviara los sinsabores de su equipo, con cuatro bajas en tres días, y le acercara a los favoritos en la general. Estaba a 2.20 de Wiggins.
Pero en el Tour de las caídas la desgracia se cebó con el asturiano. En el descenso de la Maison Rouge (2a, km 50) sufrió una aparatosa caída en zona de estrechamiento cuando seguía la rueda de su compañero Jorge Azanza. "Samu" acabó en la ambulancia con fractura del metacarpo de la mano derecha y una fuerte contusión en la clavícula izquierda. En la misma caída se le echaron encima el francés Pineau y Alejandro Valverde, que parece gafado en este Tour. No se pierde una.
Sentado en el suelo, con la mano en el lugar del impacto, Samuel lloraba su desgracia. Fue trasladado al hospital poniendo fin a su sexta participación en el Tour. Adiós a su sueño de podio e interrogante sobre sus opciones a defender su título olímpico en Londres.
La etapa previa a la contrarreloj de Besançon salió disparada desde primer kilómetro, donde se iniciaron los ataques en busca de la fuga buena del día. El "abuelo" alemán Jens Voigt abrió camino durante unos kilómetros, y luego se formó otra avanzadilla con el francés Roy y el sueco Kessiakoff. El nórdico no quería compañía y partió solo a la conquista de las cimas del Saulcy (2a) y La Caquerelle (2a), por donde el pelotón no bajaba de los 3 minutos de retraso a pesar del impulso del Liquigas de Nibali.
Kessiakoff quería debutar en el Tour a lo grande, pero las fuerzas le abandonaron a 200 metros de la última cima, la de La Croix, donde le rebasó uno de sus perseguidores intercalados, Thibaut Pinot, un ciclista del Alto Saona, le región francesa vecina a la localidad suiza de Porrentruy.
Su director, Marc Madiot, no le quería traer al Tour por ser muy joven, pero Pinot le convenció. No se quería perderse un Tour que pasaba por la puerta de su casa.
El escalador de La Francaise subió pletórico los 3,7 kilómetros de la Croix, y desde allí empezó a creerse su día de gloria. No era fácil el reto, pues le perseguían la totalidad de favoritos a una distancia inferior al minuto. Valverde ya no estaba allí, ni Kloden, ni Basso, ni Taaramae, en otro escalón de la carrera.
Pinot se la jugó en la bajada y en el tramo de llano hasta la meta de Porrentruy, la ciudad suiza más próxima París, según el reclamo turístico. El arreón de Vandenbroucke a 1500 metros de la pancarta rebajó la diferencia a un puñado de segundos, pero Evans le paró los pies. Ya no hubo tiempo para evitar la primera victoria francesa en el Tour 2012.
Madiot, que se volvía loco de alegría desde el coche, tuvo que dar la razón a Pinot, un chico que se inició en el ciclismo a los 8 años y profesional desde 2010. Un estreno brillante en el Tour, en una zona de yacimientos del jurásico. Un monumento de un dinosaurio resaltaba en la última rotonda antes de meta. Por allí pasó la juventud por delante de la ilustre veteranía del Tour. Y no cambiaron la historia de la etapa, que ya estaba escrita.
Este lunes llega otra de las citas claves del Tour, la novena etapa que se disputa en la modalidad de contrarreloj individual entre Arc-Et-Senans y Besançon, de 41,5 kilómetros.