El Hércules, gracias a los tantos de Braulio Nóbrega y Gilvan Gomes en la primera mitad, ha estrenado su casillero de puntos y victorias (2-1) en la presente Liga a costa de un Girona que afrontaba el partido en Alicante como invicto y regresa a casa con la primera derrota, pese a que soñó con el empate tras el gol de Felipe Sanchón.
El partido se puso pronto de cara para el Hércules, que se adelantó en el marcador cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos, después de que Braulio aprovechara un pase en profundidad de Fran Mérida para batir al portero Dani Mallo en su salida.
Tras el tanto local, el Girona se adueñó del balón unos minutos y rondó el área alicantina, aunque sin ocasiones realmente claras de gol. Aun así, un remate de Juanlu Hens que desvió su compañero Sanchón y un disparo de Jandro desde dentro del área pudieron subir el empate a uno al marcador.
No fue así y el Hércules acabó aumentando su ventaja después de una gran combinación en la que Sardinero acabó cediendo en profundidad a Fran Mérida. El centrocampista herculano se adelantó a Dani Mallo, pero su remate lo interceptó Migue en el camino hacia la portería.
Sin embargo, entre Migue y Mallo no acertaron a despejar el esférico, que acabó rechazando en Braulio y quedando franco para que Gilvan lo empujara a gol desde dentro del área pequeña.
Tras el dos a cero, el Hércules tuvo opciones de marcar un tercer tanto tras un disparo lejano de Fran Mérida y un remate de Braulio al larguero (el delantero pidió penalti por agarrón de un defensa visitante).
Pero, al filo del descanso, fue el Girona el que acabó marcando y se metió en el partido después de que Felipe Sanchón (jugador que recaló en el Girona tras ser descartado por los alicantinos este verano) batiera a su ex compañero Falcón, después de un gran pase en profundidad de Jandro.
El gol elevó el ánimo visitante de forma proporcional a lo que crecieron los nervios del equipo local, que en los primeros compases de la reanudación cedió terreno y temió por su ventaja.
El Girona, de la mano de un gran Jandro, dominó de forma intensa el primer cuarto de hora y el propio centrocampista catalán tuvo en sus botas en empate, lo que malogró una buena intervención de Falcón.
Al Hércules apenas le duraba el balón en los pies, aunque con el paso de los minutos, al menos, consiguió frenar el ímpetu del cuadro gerundense, que no volvió a inquietar la portería.