Mal, horrendo. Todo calificativo negativo es válido para definir las estructuras de un plantel que en 2012 ha terminado por derrumbarse. No queda otra que levantar el muro de nuevo y enfoscarlo de principio a fin.
El año que termina será recordado como el peor de la nueva era. Ha sumado en total 45 puntos, sólo mejor que Osasuna, Granada y Espanyol, alzándose con la victoria únicamente en 12 ocasiones. Por lo demás, 9 empates y 18 derrotas.
Pocos fichajes han destacado en estos 365 días. Llegó Reyes en enero para forjar ilusiones. Poco más de tres partidos destacados ha ejecutado desde su regreso. De Babá, casi mejor ni hablar. Sólo Cicinho, cuando Míchel se lo ha permitido, y algunos fogonazos de Kondogbia han hecho útiles sus fichajes. Ahora, llega Stevanovic, que pasará reconocimiento médico y se hará oficial este mismo día 1 del nuevo año. Una apuesta de Víctor Orta.
Sobre el banquillo, Marcelino era 'muy bueno', o eso decían, y fue destituido tras una racha lastimosa. Y Míchel sigue porque poco más hay, además de escasear el dinero para finiquitarlo y para traer a otro.
Y en lo extradeportivo, lamentable y penosa situación que permanece entre Del Nido y Biris, que sin lugar a dudas influye sobre lo obtenido en el campo. Sin olvidarnos, de una condena que continúa enmarronando la imagen del presidente y de la propia entidad nervionense. En febrero está previsto se dé a conocer el señalamiento del Tribunal Supremo para dar a conocer la sentencia definitiva. Entonces, ya veremos que ocurrirá.
En definitiva, para olvidar y borrar un 2012 en rojiblanco que se ha tornado casi en pesadilla. Mientras, el Pizjuán ya no es lo que era ni por aforo ni por aliento y el Betis le saca 9 puntos al Sevilla. ¿Cómo será el 2013?