Lo daban por hecho, hasta ponían fecha para la llegada de Álvaro Negredo a la capital inglesa, pero nada más lejos de la realidad. Sin lugar a dudas, mucho de lo que llegaba relacionado con el vallecano y el Chelsea eran bolsas de humos, quizás con un objetivo claro, apretar para cerrar cuanto antes al preferido por el equipo de Rafa Benítez, el senegalés del Newcastle Demba Ba. El delantero de las urracas ha anotado 13 goles en 20 encuentros y es el propio club el que ha expuesto a través de su web oficial las negociaciones que ya se están llevando a cabo entre el futbolista y los 'blues'.
Tras este párrafo, buena parte del sevillismo sonreirá, incluso respirará. Ciertamente, ver a este Sevilla sin Negredo sería cuanto menos preocupante, sobre todo porque no existe sustituto y peinar el mercado ante una situación deportiva que inquieta no es lo más recomendable.
Pero claro, el dinero. Vender a Negredo no es un deseo, pero sí que se ha convertido casi en una necesidad. Por eso, alguno que otro en el seno de la entidad hubieran visto con muy buenos ojos esos 17,5 millones que parecía que llegarían desde Londres, porque como venimos avanzando desde hace algún tiempo hay mucha preocupación sobre cómo y cuándo se podrá pagar lo que se debe a la plantilla. Esa es la realidad.
Así que no lancen las campanas al vuelo. El mercado invernal no ha hecho más que comenzar y Negredo es una perita en dulce para buena parte de Europa. El idilio del Tottenham aún debe de aparecer y la Juventus tampoco se olvida del vallecano. No obstante, desde el club prefieren la opción 'B': vender a Fazio y Medel o Perotti para recaudar lo necesario para subsistir. Complicado. ¿Imposible?
Negredo da el susto en el entrenamiento
Es protagonista del día, también en lo deportivo, porque el delantero sevillista tuvo que retirarse del último entrenamiento por unas molestias en el tobillo derecho. Se trata de una distensión leve del ligamento peroneo-calcáneo. En principio, dichas molestias no le impedirán estar en el partido del sábado ante Osasuna.
