La noticia saltaba ayer a mediodía. El futbolista del Betis, Rubén Castro, era detenido por miembros de la Policía Nacional tras el entrenamiento matutino en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, que el delantero canario realizó con absoluta normalidad.
Castro ha sido acusado de dos presuntos delitos, uno de lesiones y otro de agresión sexual, contra su expareja, quedando en libertad con cargos, con una orden de alejamiento de la presunta víctima.
El suceso habría ocurrido en la madrugada del lunes, alrededor de las 3:00 horas, tras un encuentro entre el futbolista, que se encontraba en una zona reservada de una discoteca situada en la avenida de La Palmera, y su supuesta pareja, quien se presentó con tono acalorado y amenazante ante el jugador, acompañantes y encargados de seguridad según testigos presenciales.
Dichos acontecimientos se trasladaron al exterior del local de copas después de que Rubén Castro lo abandonara seguido de la denunciante.
En la denuncia interpuesta ante los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF), la mujer aseguraba que el futbolista canario le habría propinado “varios puñetazos y bofetones” en el marco de una discusión. Tras prestar su versión ante la Policía en los calabozos de la comisaría de Blas Infante durante la mañana de ayer, horas más tarde, Rubén Castro se trasladaba a los juzgados de Violencia sobre la Mujer para declarar, en la avenida de la Buhaira.
Tras el testimonio de la denunciante, su compañero de equipo, José Alberto Cañas y un amigo del futbolista, Castro, ofrecía su versión de los hechos ante la jueza.
Posteriormente, el futbolista era puesto en libertad con cargos por el juzgado número 3 de Violencia sobre la Mujer de Sevilla. Tras permanecer tres horas en las dependencias judiciales, cumplirá con una medida de alejamiento de 300 metros y la prohibición de comunicarse con la denunciante en cuestión.
El administrador judicial del club, José Antonio Bosch Valero, que asistió a la declaración del jugador, negó a instancias del mismo las imputaciones de agresión física y sexual incluidas en la denuncia contra él. A partir de ahora se abrirá un proceso de instrucción que puede derivar en juicio o archivo de la causa.