La apertura de expediente por parte del Baloncesto Sevilla y paralelamente, la decisión de apartar del equipo a un jugador, no se trata de una nueva circunstancia que pueda pillarle de nuevas a la entidad sevillana.
El asunto que ahora implica a Jacob Pullen tras el acto de indisciplina que protagonizó el base estadounidense rencientemente, parece que no se quedarán en un simple aviso serio para navegantes, sino que en estos momentos, el club sevillano se está valorando seriamente la posibilidad de expulsarlo definitivamente de la disciplina hispalense y reemplazar el hueco en la plantilla que dejaría.
Varios ejemplos ya copan la historia del Club Baloncesto Sevilla en este sentido, pues Nik Caner-Medley, Mile Ilic y Demetrius Alexander, sufrieron en sus carnes la salida de la institución de San Pablo, habiendo recibido un previamente un castigo similar; algo que les terminó condenando al ostracismo, motivando su marcha de la entidad. Ahora, la misma sanción, podría recaer sobre Pullen.