El supermaxi australiano 'Wild Oats XI', con el español Juan Vila a bordo, ha logrado una histórica octava victoria en tiempo real en la Rolex Sydney Hobart, la regata oceánica por excelencia, imponiéndose al 'Comanche' por 49 minutos tras un gran e intenso duelo durante las 628 millas de recorrido entre Sídney y Hobart, en Tasmania.
El 'Wild Oats XI' estableció un nuevo récord en la emblemática regata oceánica que se disputa en aguas de Australia desde 1945. El barco patroneado por Mark Richards cruzaba la línea de llegada a las 15:03 horas de la segunda jornada de competición (05:03 de la madrugada española), parando el crono en 2 días, 2 horas, 3 minutos y 26 segundos.
Aunque ocho horas por detrás del récord establecido por el mismo barco en 2012, la marca resultó suficiente para añadir un nuevo título a su impresionante palmarés. 'Wild Oats XI' es el barco más laureado en las 70 ediciones de la Rolex Sydney Hobart, tras lograr ocho victorias en tiempo real (2014, 2013, 2012, 2010, 2008, 2007, 2006 y 2005) y dos títulos absolutos (2005 y 2012) en diez participaciones.
El armador del 'Wild Oats XI', el magnate del vino Bob Oatley, se mostró exultante con esta octava victoria, que supera el récord establecido por el 'Morna/Kurrewa IV' entre 1946 y 1960. "Es un milagro", confesaba desde tierra con su barco cruzaba la línea de llegada. "Tenemos el mejor barco del mundo, lo ha demostrado. Definitivamente volveremos el próximo año", indicó.
Por su parte, el barcelonés Juan Vila fue uno de los 20 regatistas a bordo del Wild Oats XI, con un protagonismo clave en la victoria. "La clave ha estado en el cruce de la dorsal anticiclónica al sureste de Australia", reconocía ya en Hobart. "Sabíamos que si salíamos de esa zona de calmas antes que nuestros rivales podríamos extender un poco la ventaja y tener un buen colchón de millas", añadió.
Tras perseguir durante medio recorrido al estadounidense 'Comanche', que salió de Sídney en cabeza de la flota, en la segunda jornada lograban superarlo y extender su liderato hasta 40 millas. "Afortunadamente, al final encontramos el viento suficiente en el paso de la isla de Tasmania y la entrada en la bahía de Hobart, lo que nos permitió rentabilizar el colchón de millas", apuntó.
"Lo que la hace especial son las condiciones. Sabes que serán variadas y que encontrarás viento bastante duro, como en este caso tuvimos al principio. Es una clásica en cualquier calendario de regatas 'offshore'. La tripulación es excelente, de primera. Todo funciona como una máquina bien engrasada. Para mí ha sido muy fácil ponerme a trabajar con ellos y lograr un buen resultado", añadió Vila de una competición que aún busca a su ganador absoluto ya que 103 de los 117 barcos que tomaron la línea de salida continúan en regata.