El cuento de nunca acabar en el Betis. Por segunda vez en menos de tres meses, el gobierno de la entidad bética será el principal punto del día en una Junta de Accionistas que se prevé intensa y larga, muy larga. Y sobre todo, de una carga emotiva importante dependiendo del resultado final.
La continuidad del proyecto que allá por el mes de septiembre se ganó por parte de la coalición ‘Ahora, Betis, ahora’ comandada por los actuales vicepresidentes de la institución de Heliópolis, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, puede verse radicalmente cercenada si la candidatura ‘Mucho más que un sentimiento’; en la que Manuel Castaño se posiciona como cabeza visible de la misma con la sombra de Manuel Ruiz de Lopera y su paquete accionarial enroladas en la misma, logra alzarse con la victoria final en la suma de los títulos.
Dos fuerzas contrapuestas que llevan semanas trabajando (con más o menos conocimiento mediático) todas y cada una de las posibilidades para obtener el apoyo suficiente; unos para no quebrar la línea de desarrollo deportivo y social actual y otros, con la clara misión de revolucionar lo hecho hasta ahora desde todos los puntos de vista.
Sorprende en el caso de Castaño, siempre activo y muy dado a buscar en los medios su redención tras su última etapa como consejero del Betis, que en esta segunda ocasión, haya preferido la prudencia y un segundo plano para dar la cara en el momento de la verdad. Sabedor de que su credibilidad en el beticismo se encuentra bajo mínimos, ha preferido dar un paso atrás y pergeñar otro tipo de táctica para alcanzar el poder.
Todo lo contrario que en la zona opuesta del río, en la que se respira una mayor tranquilidad y seguridad de que el bético volverá a otorgar la suficiente confianza como para no permitir que los tentáculos loperianos se hagan con el mando del club verdiblanco. A horas de la celebración de la Junta, el porcentaje acumulado de acciones que manejan Haro y Catalán es de un 26 por ciento.
La suerte en el Betis, está echada. Y sus designios, van a jugarse esta tarde-noche a la espera de la resolución definitiva de los votos.
