“A raíz del penalti no entiendo muchas cosas, la verdad, no las entiendo”, confesaba Claudio Barragán tras la derrota del domingo.
“Nosotros parecíamos un filial... en momentos determinados infantiles, ni filial, no se puede escapar un partido de esa manera”, lamentaba el entrenador valenciano, contundente a la hora de avisar a su plantilla: “a uno se le hinchan las narices, siempre es lo mismo, siempre la misma película... bueno, pues habrá que tomar decisiones”.
No es el primer partido en el que se le achaca al Cádiz una preocupante falta de experiencia para saber controlarlo, pero no deja de ser curiosa esta circunstancia si se analizan los datos.
El once titular que puso Claudio Barragán en la Ciudad Deportiva Luis del Sol tenía una media de edad de 29’5 años, incluyendo a dos futbolistas con 36, uno con 35, otro con 34 y uno más con 33.
Si el cálculo se realiza contando con los tres cambios, la media se eleva hasta 30’2. ¿Falta de experiencia? “¿parecían infantiles?”. Bueno, no parece algo lógico si se analizan los datos del Betis B.
Los once verdiblancos que salieron al terreno de juego suponían una edad media de 20’6 años, que aumenta a 20’7 si se tienen en cuenta los tres cambios realizados.
Los tres jugadores de mayor edad del Betis B en este partido tenían 23 años, solo uno más que el cadista más joven. Además, tres béticos (Júnior, José Carlos y Migue) tienen 19 años, mientras que Diego apenas tiene 18 primaveras.
El canterano bético Loren, autor de dos goles tras volver loco a medio Cádiz CF, tiene 22 añitos y un futuro muy prometedor, pero no se le presupone, ni a él ni a sus compañeros, la experiencia que sí debe tener la plantilla cadista, aunque en ocasiones esta brille por su ausencia.
