El cuatro veces campeón del mundo de F1, el alemán Sebastian Vettel, llega al GP de España con un único objetivo, el de consolidar que el arranque espectacular de Ferrari este curso no es un espejismo y que los indicios de superioridad frente a los Mercedes son más que una evidencia.
El GP de España de F1 se pondrá en marcha este viernes con la celebración de los ensayos libres, el sábado, con los oficiales, y el domingo, la carrera (14.00 horas), que se disputará en el tradicional circuito de Barcelona-Cataluña (4,655 kilómetros), a 66 vueltas.
Después de cuatro grandes premios, el F1 regresa a Barcelona tras los ensayos de invierno y se presenta con un panorama muy diferente al de las últimas tres temporadas, en las que Mercedes llegaba con sus dos coches arrasando en casi todos los escenarios.
Esta vez la situación es diferente, con Ferrari comandando la clasificación de pilotos (Vettel) y a un solo punto de Mercedes en la de constructores. Vettel, gran dominador de la F1 cuando estuvo enrolado en Red Bull (cuatro títulos del mundo seguidos), espera recuperar su cetro, al que no accede desde hace tres años, en los que Mercedes se ha convertido casi en invencible.
Barcelona ha sido habitualmente una gran cita donde todos los equipos han llegado con importantes paquetes de mejoras que han hecho más fiables y competitivos sus automóviles, y en esta instancia McLaren aparece como la escudería que más necesita un empujón en forma de mejoras para que sus coches alcancen un nivel de visibilidad que en estos momentos no tienen.
Fernando Alonso, que recogió precisamente en Barcelona su último triunfo (2013), espera mucho de la carrera española, después de no haber finalizado ninguna en este curso, con un punto de inflexión en la carrera de Rusia, ya que el piloto asturiano ni siquiera pudo arrancar el coche hace dos semanas.
El objetivo de McLaren, sin un punto aún en la clasificación, pasa por una apuesta de mínimos: que sus dos coches acaben una carrera, algo que este año aún no ha pasado. Alonso habló ayer de poder estar entre los diez primeros, pero las expectativas reales del equipo inglés parecen menos elevadas, ya que la finalización de la carrera se presenta como el gran desafío de los dos bólidos.
En la parte alta, donde las victorias se reparten entre Ferrari y Mercedes, Vettel ha hecho un pleno de dos victorias y dos segundos puestos, mientras que los dos otros triunfos se los ha llevado para Mercedes el inglés Lewis Hamilton y su compañero de equipo, el finlandés Valtteri Bottas, quien en Rusia debutó como vencedor de una carrera, tras un gran inicio de prueba en el circuito de Sochi.
En Barcelona, parece que la lucha arriba volverá a ser entre los coches de estas dos escuderías. Lewis Hamilton, que en Sochi no pudo hacer una buena carrera, sigue sin conocer qué problema hizo que su bólido no tuviese opciones al triunfo.
El responsable de Mercedes, Toto Wolff, tampoco ha aclarado mucho cuáles son los problemas en el coche de Hamilton, al asegurar que en el equipo alemán se desconoce aún qué sucedió para que el piloto inglés quedase fuera del podio.
Mientras Hamilton acabó cuarto, el relevo lo tomó un afortunado y entusiasta Bottas, cuya salida en Sochi le colocó en un liderato que ya no abandonó, manteniendo a Mercedes en la primera posición de la clasificación de constructores y firmando el finlandés su primera victoria en su carrera, justamente el año que ocupa el asiento del alemán Nico Rosberg, vigente campeón del mundo y ya retirado.
El cuarto piloto entre los aspirantes al triunfo es el también finlandés Kimi Räikkönen, que en Rusia subió por primera vez esta temporada al podio. El piloto de Ferrari no gana una carrera desde el GP de Australia en el 2013, mientras que ya conoce la victoria en el GP de España, tras firmar el triunfo en el 2008 y 2005.
Red Bull llega a Barcelona sin poder contar con mejoras en el motor Renault y con el belga Max Verstappen como su piloto mejor clasificado, en quinta posición, con un mejor registro en China donde logró la cuarta posición.
Verstappen es el último ganador del GP de España, después de imponerse el año pasado contra pronóstico, en un podio que acabó junto a los dos Ferraris (Kimi Räikkönen y Sebastian Vettel) y en una carrera que tuvo ilustres abandonos, como los dos Mercedes (Lewis Hamilton y Nico Rosberg), tras una colisión entre ambos.
En la accidentada carrera del año pasado, otro abandono sonado fue el de Fernando Alonso con su McLaren con un enésimo problema. Este año en el equipo inglés no se ha lanzado ningún mensaje ilusionante que anime a los seguidores de McLaren para la carrera de este domingo, en la que tanto Alonso como Stoffel Vandoorne más que perseguir los primeros puntos aspiran a ver la bandera de cuadros tras la vuelta 66.
El McLaren incorporará algunas mejoras en sus coches, pero como ya ha apuntado el propio Alonso, estos nuevos elementos no van a ser la panacea: "Estamos esperando algunas nuevas piezas, pero no podemos centrarnos demasiado en el rendimiento hasta haber resuelto nuestros problemas de fiabilidad. Espero poder tener una carrera tranquila y un fin de semana con pocos problemas".
El otro español en la pista, Carlos Sainz (Toro Rosso), llega a Barcelona tras un décimo puesto en Rusia, pero con una mejor clasificación en China, donde concluyó séptimo. No obstante, su actuación en Barcelona el año pasado (con un sexto puesto) sigue siendo su mejor momento desde que está en la F1.
El hijo del legendario Carlos Sáinz volvió a firmar otros dos sextos puestos en el tramo final del curso pasado, en EEUU y Brasil, para concluir su segundo año en F1 en la duodécima posición.
El mexicano Sergio Pérez (Sahara Force), séptimo en la general, ha completado el mejor inicio de su carrera, ya que las cuatro anteriores pruebas no sólo las ha concluido, sino que ha acabado en todas ellas en los puntos, con una sexta posición en Rusia.
El GP de España en el Circuito de Barcelona-Cataluña se celebrará el domingo a las 12.00 horas, sobre un trazado de 4,655 kilómetros, el decimocuarto más largo del campeonato, mientras que tiene la segunda recta más larga (1,047 kilometros). El ganador el año pasado fue Max Verstappen (Red Bull), con un tiempo de 1h:41:40.
Acerca de los neumáticos, para Barcelona los pilotos contarán con los compuestos más duros: P Zero naranja duro, P Zero blanco medio y P Zero amarillo blando. Según Pirelli, esta elección se ha realizado "para hacer frente a las elevadas exigencias sobre los neumáticos del Circuit de Barcelona-Catalunya, causadas no solo por las célebres curvas largas y rápidas, sino también por el firme abrasivo y la probabilidad de un tiempo cálido".
Es la primera vez que se utiliza esta combinación en 2017. El año pasado la estrategia fue a dos paradas.