El final del curso, aparte de las menciones honoríficas, también trae bajo el brazo los nombres que no han podido estar a la altura de las expectativas. Muchos engordan la lista de las decepciones de LaLiga que no pudieron triunfar y tres resuenan por encima del resto: Eden Hazard, Joao Felix y Antoine Griezmann.
Alguno de ellos no ha dudado en reconocerlo. Es el caso de Hazard. El jugador del Real Madrid, en la víspera de la última jornada, fue claro en una entrevista concedida a Franceinfo: "He tenido la peor temporada de mi carrera".
Así lo corroboran sus números, marcados por una lesión en el mes de noviembre que cortó su progresión y que le dejó fuera de juego durante 16 partidos oficiales. Justo en el momento en el que parecía tomar el pulso a la competición después de aterrizar en Madrid el pasado verano a cambio de 100 millones de euros con el cartel de nuevo galáctico tras varias campañas sin fichajes de relumbrón.
Al final, el nombre de la Liga conquistada por el Real Madrid no llevará inscrito como protagonista a Hazard. Courtois, Sergio Ramos, Benzema o el mismo Zidane consiguieron suplir la ausencia de brillo de un jugador que mostró algún destello y que firmó peores números que en su etapa primigenia del Lille: participó en 21 partidos y marcó un gol. El año pasado, en el Chelsea, lo hizo en 52 con 21 tantos. La realidad es que las lesiones se cebaron con el belga.
En el libro de las decepciones también tiene un capítulo Joao Félix, por quién el Atlético de Madrid abonó 127 millones de euros al Benfica para convertirse en el tercer fichaje más caro de la historia en ese momento sólo por detrás de Neymar Júnior y de Mbappé (222 y 180 millones de euros, respectivamente). Luego, Coutinho le superaría para ocupar la segunda tras el desembolso del Bayern, que pagó 160 millones de euros al Barcelona.
Aunque su pretemporada fue realmente ilusionante con duelos para el recuerdo como los que protagonizó frente al Real Madrid, el MLS All Star y el Juventus, Joao Félix aparcó sus exhibiciones de goles y asistencias para dibujar un recorrido irregular a lo largo del curso con algunos destellos pero con un punto de inflexión: la aparición en Anfield de Marcos Llorente.
Simeone descubrió a un jugador diferente en la figura del ex madridista que fue clave en la proeza ante el Liverpool y al que volvería a utilizar para premiar su buena actitud, su polivalencia y su fuerza física. Joao Félix algunas veces en un segundo plano, en ocasiones lastrado por alguna lesión, cambió los 20 tantos y 43 partidos que firmó en el Benfica la temporada pasada por los 8 goles en 34 duelos en su estreno rojiblanco.
Si Joao Félix ha pasado un curso trámite de adaptación a sus escasos 20 años, el hombre al que sustituyó, Antoine Griezmann, roza la treintena y en el que tenía que ser uno de sus mejores años ha firmado en el Barcelona una temporada con muchos altibajos con excesivo ruido lejos del césped.
Su llegada al club azulgrana no presagiaba nada bueno. En su presentación ya se nombró el documental "La Decisión", en el que un año antes eligió quedarse en el Atlético de Madrid en vez de fichar por el Barcelona. Lo hizo de un modo estrambótico que no gustó a ninguno de los dos lados. Tal vez algo frívolo. Y se lo recordaron: "Si hay que pedir perdón por el documental, será en el campo", dijo.
Sobre el césped no fue el mismo que el de anteriores temporadas en el Atlético de Madrid. Apenas pudo jugar en su sitio ideal, detrás de un delantero, y tanto Ernesto Valverde como Quique Setién le escoraron a la banda izquierda. Brilló cuando jugó donde mejor sabe, pero no tuvo consistencia.
Eso, unido a una relación simplemente correcta con Messi y a la preferencia de una parte del vestuario de haber traído de vuelta a Neymar, provocó que Griezmann firmara sus peores registros anotadores desde la temporada 2012/13, en la que marcó 11 goles. Después, siempre superó los 15 en los que se ha quedado este curso.
Pero Hazard, Griezmann y Joao Félix no son los únicos que han decepcionado. Hay más nombres y también en grandes equipos. En el campeón, sobresalen dos: Gareth Bale y Luka Jovic. El gales hace tiempo que parece haber abandonado la pasión por el fútbol. Tuvo la oportunidad de ser el referente blanco tras la salida de Cristiano y ha terminado sin jugar, como observador en gradas vacías y con aparente apatía. Su estadística anotadora lo dice todo: tres goles.
Uno más que Jovic, que llegó en verano con números de delantero eficiente y copó las portadas de los periódicos por asuntos ajenos al arte del gol como saltarse la cuarentena con un viaje a Serbia. Apenas se pudo hablar del hombre que llegó para competir con Benzema y que en su primer curso en el Real Madrid no ha comenzado a rentabilizar su precio estelar: 60 millones de euros.
En el Barcelona tampoco triunfó Júnior Firpo, un fichaje cuestionado a la larga por la salida de un hombre de la cantera como Marc Cucurella, que ha sobresalido en el Getafe cuando pudo ocupar el puesto del brasileño a coste cero. El ex jugador del Betis no ha da dado el nivel y no ha podido competir con la versión menos edulcorada de Jordi Alba, ausente a principio de curso por una lesión y lejos de su mejor momento.
En otros equipos con objetivos menos ambiciosos que la Liga, tampoco se salvaron las temporadas de nombres como los de Gonçalo Guedes en el Valencia, con suspenso generalizado. Una lesión en su tobillo obligó al luso a perderse casi los cuatro primeros meses del campeonato. Con ese lastre, no consiguió coger el ritmo del curso anterior y no fue decisivo en un equipo que no mostró su mejor cara y en el que otro nombre como el de Mouctar Diakhaby rindió a un nivel muy bajo.
Tampoco logró los números que se esperaban de él Borja Iglesias, que marcó 20 goles la pasada campaña en el Espanyol. Sus estadísticas llamaron la atención del Betis, que adquirió sus servicios con el curso ya iniciado. A los tres goles que sumó en el conjunto periquito sólo pudo añadirle otros tres. Cifras insuficientes para un jugador de su calidad.
Y en el Celta las aspiraciones tras varios fichajes ilusionantes se diluyeron poco a poco con el paso de la temporada. Nombres como Rafinha o Denis Suárez apenas mostraron algunos detalles del nivel que se podía esperar de ellos. Y, de la mano de esas decepciones, el conjunto gallego sufrió hasta el final para mantener la categoría.
Todos son los ejemplos más llamativos de una lista en la que ninguno querría aparecer. Sin embargo, por diferentes razones, no han podido entrar en la que forman nombres como Benzema, Santi Cazorla, Lucas Ocampos, Jaime Mata, Sergio Ramos, Carlos Fernández, Enis Bardhi, Martin Odegaard, Thibaut Courtois, Lionel Messi, Raúl García o Marcos Llorente, algunos de los triunfadores de un curso en el que, como siempre, hay ganadores y perdedores.