Tras muchas horas de polémica, el jurado ha aceptado las alegaciones de la chirigota 'Pa religión, la mía' y retira la penalización de no puntuar uno de los cuplés.
El castigo había venido a causa de usar un cencerro en la interpretación del segundo cuplé. El reglamento es claro y no permite en cuplés ni pasodobles otros instrumentos que no sean caja, bombo, guitarras y pito (opcional).
La retirada de la puntuación de un cuplé completo habría complicado la participación de la chirigota, ya que hablamos de unos cuarenta puntos en total. Con esa penalización, habrían tenido desde ya casi imposibles las semifinales.
Al final, el jurado ha dado marcha atrás atendiendo a las alegaciones de la agrupación, basadas en que se utilizó "un cencerro de elaboración propia que se hacía sonar mientras se versionaba dentro del cuplé y si seguir la música original del mismo, una composición perteneciente a otra agrupación participante en un COAC anterior".
Además, la chirigota no considera al cencerro como un instrumento musical porque la Real Academia de la Lengua no lo define de esa forma, aunque realmente sí lo sea.
Por otra parte, la agrupación aludía al menos a otros dos precedentes en los que el jurado no apreció que la utilización de diferentes objetos supusiera una vulneración del reglamento. En concreto, se referían a las claves usadas en un pasodoble por las chirigota 'Los Pastelitos' y a los cocos usados para genera música en un cuplé de la chirigota 'Los malos de Apendicity'.
"El jurado seguirá actuando con la mayor flexibilidad posible para favorecer la creatividad y la igualdad de trato en esta competición", asegura la resolución final.