Unos ciegos afrancesados que debutan en las tablas del Gran Teatro Falla con el firme propósito de ofrecer el Carnaval de Andújar, el mismo que ha estado ofreciendo en diferentes concursos de otras provincias andaluzas.
La comparsa intenta ofrecer el mundo sin luz con el que los invidentes afronta el día a día. Un repertorio que ofreció con buena parte del patio de butacas vacío. Tampoco tuvo suerte de actuar después de la chirigota de Kike Remolino.