Junto al coro sanluqueño, el cuarteto cordobés se convirtió en una de las sorpresas de cuartos, que sin entrar en las quinielas iniciales, demostró que no hay dos sin tres.
Chicote se mete de lleno con su programa culinario en la cocina del Restaurante España para cocinar un repertorio junto a un camarero, el Peluca, de mano rápida con las botellas, y un jefe, Sebastián, calzonazo y rumboso.
El beneplácito de entonces del Jurado, no encuentra en cuartos la complicidad general del público presente. Su segunda actuación, salvo sorpresa, se prevé la última.