La capacidad de meter letras en pleno certamen y moldear el tipo, mete de lleno en la pomada al grupo
La gracia y el arte se dan la mano en la esencia y la pureza más gaditana con Tino Tovar con ‘El ángel de Cádiz’, que al fin logró moldear a su gusto una comparsa que remató a lo largo del Concurso. Este año a las letras se añadió la conclusión de todo un tipo.
El tráfico de emociones de Nadia con un padre despreciable enciende al patio de butacas. Con rabia y con pasión, se mete en la pugna final con un pasodoble a la década del cierre de Delphi.
El mejor pase se deja notar con una comparsa que ha ido creciendo -y de qué manera- que encandila y embelesa.