En la parodia de semifinales los personajes recibían en el bar ‘El pringue’ a un crítico gastronómico de la Guía Michelín. El Alegría y el Desagradable se hacen pasar por camareros dándosela al guía mortalita. Entre las “sonrisitas de pollo” y el “el pollo parao, sin curry” y las indicaciones al baño “en la segunda cucaracha a la izquierda” se va desesperado.
Mientras tanto, el Malapata sigue con la casa en llamas hasta que Alegría consigue llegar hasta arriba para apagarlo. Un primer cuplé escatológico y el segundo para la moda de los pijamas de animales. En el tema libre aparecen fenómenos paranormales, con el fantasma de una niña familia del Alegría. La historia continuará...