Cuando leas estas líneas estarás en la víspera de Año Nuevo, preparado para escandalizarte con el vestido de Cristina Pedroche o con la última declaración de Pablo Casado.
No es de extrañar que tengas tu lista de deseos para el año que está a punto de empezar : que si ir al gimnasio, además de pagarlo, llevar una vida más sana, pactar sólo con partidos constitucionalistas…
Los míos son sencillos, y a la par casi imposibles. Me gustaría que en este año que empieza ningún cargo público del PP usara a los andaluces como arma arrojadizani se nos amenazara con la promesa envenenada de hacer aquí la misma política que hicieron antes en el gobierno de España. Que Ciudadanos entendiera que, para alcanzar un sillón, no vale pactar con cualquiera, ya sea VOX, el Doctor Infierno o DarthVader, porque un sillón se pacta, pero la dignidad está hecha de un tejido que si se mancha no se puede lavar.
Sueño con un año en el que las mujeres no necesiten ser valientes, sino simplemente mujeres, en el que las únicas pateras que veamos en nuestras costas sean de niños que van a la playa a divertirse, y no a morir. Anhelo 365 días sin desahucios, sin fondos buitres alimentados por políticos buitres, sin Botellas que hagan de lo público su negocio.
Espero un año cargado de empleo, pero del de verdad, del que respeta la dignidad y los derechos del trabajador, y no una limosna. Un año sin lazos ni presos, con menos banderas de los chinos y más patriotismo de las cosas de comer.
Quiero 12 meses sin corrupción, sin el escarnio de enfermos en los pasillos de los hospitales, con unas aulas frescas en verano y calientes en invierno. Deseo que en estenuevo giro alrededor del Sol, entendamos que las heridas no se cierran por más que se tapen, por muy gorda que sea la losa o profunda la zanja, sino que sólo curarán cuando estén limpias de infecciones antiguas.
Y sobre todo, deseo una Andalucía que esté donde se merece, y no donde está, una tierra de libertad, próspera, plena de oportunidades, luchadora y despierta, a la vanguardia del resto de pueblos que componen este puzzle que llamamos España, y no una Andalucía cangrejera.
Mientras se cumplen o no mis sueños os deseo un feliz y próspero 1950.
