El Gobierno baraja 2024 como la fecha en la que se podría comenzar a implementar el sistema de pago por uso en la red de carreteras del Estado, como respuesta a los dos principios en los que se basará a partir de ese momento la utilización de las carreteras: "quien contamina paga" y "el que usa paga”. Que nadie diga que no es una medida de izquierdas, puesto que iguala al repartidor de patatas al volante de su furgoneta con los Condes de Coñohondo a bordo de su Porsche Cayenne Coupé. Imagino que en lo de no contaminar no entran los bulos, los exabruptos y los dislates de más de uno. Porque si así fuera, arruinados los veo.
Sé que será una opinión impopular, pero estoy de acuerdo con el Gobierno y con el Director General de la DGT: el que use, que pague. Es lo suyo, lo justo, porque no podemos cargar en los hombros de los abuelos el pago del mantenimiento de las autovías. Aunque suene a slogan de VOX, estoy muy a favor. Eso sí, creo que el Gobierno se queda corto. Si vamos a usar ese principio de pago por uso, estoy por generalizarlo, por que se convierta en un leitmotiv, en un mantra aplicable a todo lo que concierna al ciudadano.
La tauromaquia, que la pague el que la disfrute. Y de paso, que le compren a Enrique Ponce unos botones con la cara de los Pokemon, que los de la cara del dictador le quedan un poquito rancios. Las subvenciones a la Iglesia, que las paguen los de misa diaria y rasgamiento de vestiduras. Los Abogados Cristianos, los primeros de la lista, por supuesto. La Corona, que la paguen los monárquicos, los cortesanos, los profesionales de la genuflexión y la limpieza oral de calzado.
Todo son ventajas y ahorros, si sabes quitarte de lo prescindible. Por no hablar de esa hermosura de ruta que debería hacer un almeriense para desplazarse hasta Jaén sin coger autovías para ahorrarse el peaje. Una semana de pueblos blancos y paisajes de ensueño… Es que nos quejamos de vicio, cuando todo es provechoso.
Lo único que me preocupa de que se llevara esta medida hasta su extremo es, visto lo visto, ver de dónde iban a comer las bibliotecas.