El Puerto de Santa María acogerá un año más el estupendo cartel y el jolgorio habitual de un festival que, edición tras edición, no para de sumar nuevos fieles. No es para menos: conciertos en espacios nada convencionales (de un castillo a una bodega, todo cabe como escenario en esta bendita locura), tapeo local para chuparse los dedos, precios más que populares, buen tiempo a raudales y esa tradición tan Monkey de convertir todo el festival —y por extensión todo el centro de la ciudad— en un mismo backstage, donde se mezclan por igual artistas, público, periodistas y algún que otro despistao.
Y para abrir boca, ya tenemos los primeros dieciséis artistas que han confirmado sus rutilantes presencias en el
sexto Alhambra Monkey Weekend los próximos
16 y 17 de junio. Saquen sus agendas, digitales o no, y apunten en rojo fucsia porque esta avanzadilla tempranera no puede resultar más atractiva y variada, como el mejor cartuchito de pescaíto frito: la delicadeza folk de propuestas tan bellas como las de
Amaia Miranda y Arico; la apisonadora sónica del one man band
Branquias Johnson; la mirada a las raíces desde la furia rock de Dani Llamas; los sonidos pantanosos de los siempre hipnóticos
Guadalupe Plata; el elegantísimo crisol de sonoridades pintado por
Juan Azul; el matrimonio cumbiero entre un
Califato 3/4 y un
La BIG Rabia, o lo que es lo mismo,
ladies & gentlemen: Lorenzo Soria & Sebastián Orellana; los rugidos con caja de (muchos) ritmos de
Los Jaguares de la Bahía; el arrollador pop preñado de punk de los muy a la alza Monteperdido; el diálogo exquisito entre flamenco y electrónica mantenido por Perrate | Arbol; la transmutación de Toni Martín, mitad de RomeroMartín, en acicate de la pista de baile como Ravecalé; el lirismo onírico de nuestra princesa de España, la única e inimitable rebe; la nueva ola a caballo galopante entre Nueva York y Urano de los autóctonos
SecoSecoSeco; las irresistibles melodías fractales con aroma kraut de Sofia; los estribillos cada día más coreables de
Tic Muay Thai, power trío con miembros de bandas como
Holögrama, Cosmovision y Hand of Fatima; y la puesta al día del cancionero popular desde una perspectiva se diría atemporal emprendida con éxito por
Verde Prato.