Cuando la memoria se desvanece, los sentidos se convierten en guardianes de los recuerdos. La estimulación sensorial a través de actividades como el yoga, la meditación, la flamencoterapia, arteterapia, la biodanza o el coach emocional pueden ser una puerta de acceso a los recuerdos y emociones que residen en lo más profundo de las personas que sufren alzhéimer. Momentos de conexión con el presente o el pasado que cobran vida de nuevo, por ejemplo, gracias a una canción. Por ello, con motivo del Día Mundial del Alzhéimer, las Residencias de Mayores de AFANAS El Puerto Y Bahía han organizado una semana de estimulación sensorial y actividades, bajo el lema ‘Emociones en el Alzhéimer’, que ya han despertado respuestas emocionales en aquellos que luchan contra la demencia.
Y es que en un mundo en el que las personas mayores a menudo se enfrentan al estigma de la demencia es importante recordar que éstas siguen siendo capaces de experimentar y expresar emociones. En este contexto, AFANAS El Puerto Y Bahía se ha asociado con el reconocido artista Fernando Quirós para crear un símbolo emblemático, ‘Sentir da vida’: un corazón que refleja la importancia de las emociones en la vida de los afectados por el alzhéimer.
Un corazón, motivo de la formación que están recibiendo los trabajadores, a través de la Fundación Maria Wolff, ‘Terapia de Estimulación Emocional T2E(R)’. Esta terapia se basa en los últimos avances en neurociencias y psicología relativo a las emociones, sentimientos y estado de ánimo, conectando el mundo de las ciencias con las experiencias más íntimas de amor, ilusión, afecto y respeto.
Fernado Quirós, además de diseñar el corazón emblemático, también impartirá un taller de arteterapia, lo que añade un valor significativo a la iniciativa. La colaboración de organizaciones como la Fundación Maria Wolff, Yozuma, Fundación Memora y T.T.C.I María Salcines ha hecho posible la realización de los diversos talleres a lo largo de la semana.
‘Emociones en el Alzhéimer’ es un recordatorio poderoso de que las personas mayores merecen vivir sus vidas con dignidad y plenitud, incluso cuando enfrentan desafíos como el Alzheimer.
La campaña ha demostrado que la empatía y la estimulación emocional pueden marcar la diferencia.