Como un madero en el agua, la inestabilidad vuelve a virar a un club que continúa sin conocer no ya no su presente, sino su porvenir. Un lastre que le va marcando los pasos a seguir y en el que obligatoriamente deberá cambiar de forma rápida y drástica su delicada realidad. Cuando la historia parecía entrar sin remisión en un túnel oscuro y sin salida, un inesperado giro vuelve a insuflar nuevos aires ante unas expectativas hasta hace escasos días nulas.
Las informaciones aparecidas en los últimos días, ambas publicadas en primicia por este medio, en la que la Federación Andaluza de Fútbol se pronuncia de forma favorable a mantener una temporada más en Tercera División al Racing Portuense (hay un auto judicial que así lo expresa) y la postura de reconducir la situación por parte de la Administración Concursal, han descolocado, en buena medida, a una afición afligida que ya no sabe a qué atenerse para encontrar cierta esperanza en que todo pueda aclararse.
Las lecturas que de ellas se desprenden son muchas y variadas. Con una nueva versión, la información no deja de vislumbrar ciertos interrogantes. Y es que ni antes de éstas noticias el Racing estaba totalmente muerto, ni tras la publicación de éstas, éste tiene un futuro color de rosa. Eso sí, uno comprometido e incierto, con una gravedad extrema.
Sin movimientos en el entorno, la alternativa a alargar el proceso parece tener un boceto en clave judicial. Ahora más que nunca, la Administración Concursal está dispuesta a abanderar un proceso estancado. En silencio y en un segundo plano, pero expectante a los acontecimientos, da un paso hacia adelante.
El golpe en la mesa, administrativamente hablando, ha revolucionado el encefalograma plano que apuntaba el club desde hace semanas, retomando una actividad que irá incrementándose con el paso de los días.
Su entrada abre nuevas perspectivas. El escenario, aún siendo muy desalentador, intenta detallar un decorado menos dantesco y apocalíptico, abriendo una nueva vía a la que acogerse. Manifestarse de forma tan meridiana y públicamente, compromete a poseer un plan bajo el brazo. De poco valdría manifestar una viabilidad sin tener un proyecto y un programa de actuación que impulse nuevas intervenciones concretas.
Necesita de una reacción y un giro brusco. El tiempo apremia. De ahí, que sin querer perder un día, el lunes, a lo más tardar el martes, las decisiones cambiarán radicalmente el panorama actual. Ocupar un poder ante “el vacío impresionante” existente, tal y como afirmara la abogada Manuela Gutiérrez a este periódico en el día de ayer.
De entre las determinaciones a realizar se creará una junta gestora que focalice las medidas que desde el bufete de abogados y con la Concursal como dirección, ejecute una a una las acciones a seguir. Una línea directa en la que se intenta impere y todo cuanto se proponga, se ejecute. Sin interpretaciones, sin modelar y sin ocasión a salir de un guión que se debe cumplir sí o sí.
Esa es la intención y ese es el objetivo número 1. Ordenar y obedecer. Y es que tal y como apuntaba la propia letrada, "algunos se olvidan que el club está intervenido judicialmente. Todo, exclusivamente, todo debe estar supervisado y aprobado", recuerda.
El paso siguiente, y con los nuevos gestores ya comprometidos -se está en contacto y sondeando alternativas-, es inscribir al equipo para la competición liguera lo antes posible.
Igualmente, y aunque desde el bufete ni confirma ni desmiente, en el ambiente planea la posibilidad, no descartable, de pedir responsabilidades ante algunas medidas adoptadas en las últimas semanas.