El PSOE, dentro del 31% de aumento de votos (2.200 más), con una subida de un 50% de concejales (pasa de cuatro a seis) y con registro histórico, su alcaldable, David de la Encina, agradece el apoyo recibido y entiende que es “una ocasión histórica” para poder liderar todas las fuerzas de la izquierda.
Para el socialista, “la ciudadanía ha hablado en forma de votos y otorgado un nuevo escenario”.
El cambio que pretende introducir “por la izquierda y que lidere el PSOE, podrían unirse todas las formaciones”.
El portavoz ofrece “diálogo, debate y alianza para un acuerdo entre las fuerzas". De la Encina reconoce que este lunes a las 14.00 horas mantendrá un encuentro con el alcalde en funciones Alfonso Candón, confirmando lo publicado hoy por este medio que "no habrá pacto con el PP".
Avanza que habrá próximos encuentros tanto con Izquierda Unida como con Levantemos El Puerto, afirmando que "voy a luchar que haya un gobierno de izquierda".
En esa intención para "buscar las medidas de la creación de empleo y escuchar a las personas y solucionar la infravivienda". Para ello abrirá "un proceso de diálogo con los vecinos de las barriadas, para dignificarlas, tal y como apuntamos en nuestro programa electoral".
El socialista recuerda que "los días corren rápidos y las necesidades son máximas. He mantenido contactos con Levantemos El Puerto y uno informal con Izquieda Unida".
En la que algunas fuentes consultadas por este medio aseguran que ésta formación había ofrecido liderar y posicionar a Antonio Fernández como alcalde, a lo que los socialistas se habrían opuesto.
Para De la Encina es más que crucial "pactar por los intereses de El Puerto, no impuestos ni dictados (en clara alusión a las directrices que pudieran llegar de la Provincial o de la Junta de Andalucía). Espero que Levantemos e IU no la hagan", mantiene el alcaldable.
Ante las negociaciones y encuentros que debieran celebrarse en los próximos días, pide "prudencia y respeto en los encuentros que se pueden mantener". Prevé buena predisposición "por las mejoras de El Puerto".
A la pregunta de si él se ve como futuro alcalde de la ciudad, De la Encina espeta un claro "yo quiero ser alcalde. Es una ocasión histórica" en la intención de aglutinar a todas las fuerzas de izquierdas.
Aboga por "la fiscalidad social. Dado que los actuales están en el tope legal. El Plan de Ajuste tiene poco margen de bajada. Si hay que bajar alguna tasa, se hará. Pero reconozco que hay poco margen".
En cuanto a la posiblidad el próximo sábado 13 de junio, día de la investidura para la Alcaldía portuense, ya adelanta que "la respetará, pero que no la votará" para el caso de que sea Alfonso Candón el que la lidere.
"Haríamos una oposición rigurosa pero constructiva". Ni que decir tiene que las decisiones que debiera tomar para el caso de que él se convirtiera en el próximo alcalde portuense, los frentes a solventar son cuanto menos de difícil solvencia, dado los compromisos firmados con las diferentes entidades.
Patatas calientes
Por una parte, si se determina paralizar y dar marcha atrás en la construcción de los aparcamientos, el Ayuntamiento tendría una penalización de 880.000 euros para el caso de que éste decidiese finalmente su no construcción. Es decir, el 5% de los 16 millones presupuestados. La cláusula penalizadora es bien clara al respecto.
Por un lado, la disyuntiva es manifiesta: o sigue para adelante y los comienza ante la amenaza de ser sancionado o abona y tal y como recoge el programa, zanja la construcción de los aparcamientos subterráneos.
Eso en cuanto a los parking. Otra cuestión en la que los tres partidos que pudieran formar un tripartito de Gobierno y que se han mostrado contrarios, es a la privatización de la Empresa de Aguas Apemsa.
Solventar y hacerla de nuevo pública al 100%, las acciones de ésta costaría tener que pagar sí o sí 10,9 millones de euros. Para el edil socialista "a esta cantidad se le podría sumar una demanda por daños y perjuicio de FCC", que igualmente recoge de una sanción ante una rescinsión del contrato.
Son por tanto cuestiones más que peliagudas las que deberán solventar y que de una parte u otra deberán calibrar tanto su continuidad como su eliminación.