Un derbi es un derbi. Calor, emoción y poco más. Polos opuestos se daban la mano en El Juncal en el primer día de octubre con clubes que afrontan realidades bien diferentes. Pasado y futuro. Medio millar de aficionados aguardaban expectantes una matinal que vivió una jornada vibrante, de las que gustan a los amantes al fútbol.
Hubo que esperar más de 90 calurosos minutos para hallar el desequilibrio que enmudecía a la mayoría racinguista que aguardaba un encuentro reivindicativo del Racing.
En el descuento y a la salida de un córner, el Estrella desequilibró el empate reinante. Ya lo merecía en varias llegadas claras que tuvo al portero rojiblanco como máximo guardián del portal rojiblanco.
Cuatro años después volvía a jugar un partido oficial como local sin que en esta estrenada categoría, sepa lo que es sumar un punto.
Dos partidos y dos derrotas que contrastan con la impecable racha de los de Paco Martínez que han conseguido seis puntos en los dos partidos disputados.
