La Flave quiere extrapolar a los exteriores del local de la federación, ubicada en la plaza San Narciso, los murales que han visto en una visita de Málaga, que alegran el espacio, que en este momento es blanco, y que atrae a los curiosos.
A raíz de este tema, que la presidenta de la federación, Milagros Muñoz, publicó en su perfil de redes sociales, ha mantenido una conversación con el concejal de Juventud, Ángel González, al que le ha gustado la idea.
Por tanto, se ha comprometido de forma verbal con los miembros de la Flave a organizar un concurso de ideas tras las fiestas navideñas para ver si se puede hacer realidad este proyecto.
En principio, la Flave contó con distintas cortapisas al proyecto por parte de distintas áreas municipales, como Patrimonio, que es la propietaria del local de la federación, pero en cambio este medio ha podido saber que el proyecto de los murales ha gustado y satisfecho, en principio, al concejal de Juventud, por lo que ambas partes pretenden llegar a un acuerdo y que estos murales puedan lucir pronto en los exteriores de la Flave.
Por ello, confían en que el compromiso verbal del concejal se convierta en un verdadero acuerdo que se pueda traducir en un proyecto similar al que pretende la Flave.
Esta propuesta, publicada por Muñoz en redes sociales, ha tenido una gran acogida por la gente que la ha visto, y que ha comentado, entre otras cosas, que es un proyecto muy bonito y precioso, y que sería positivo ponerlo en marcha.
Además, un proyecto de estas características no solo daría color al edificio de la federación, sino que además podría dar una oportunidad a jóvenes artistas de la ciudad para que dieran a conocer sus aptitudes y proyectos al resto de la ciudad. Serviría así como medio de proyección de sus trayectorias artísticas o profesionales.
Y por otro lado, este proyecto tiene otro objetivo, que es poder combatir el vandalismo que se da, como en otras localidades, en distintos edificios, sean o no municipales, que aparecen con pintadas de mal gusto, con tinte político, o dibujos que no tienen sentido alguno. De esta forma, con estos dibujos o murales se podría conseguir cierto respeto de los vándalos hacia el trabajo de sus iguales.
La idea, en general, ha gustado a la ciudadanía, que considera que esta propuesta debería extenderse a otros edificios de la ciudad, con la intención de que los jóvenes tengan una oportunidad de proyectarse y además se pueda dar color a las asociaciones de vecinos.