La historia de la venta ambulante ilegal en verano se repite un año más en Valdelagrana. O mejor dicho, se mejora porque la presencia ha sido incluso mayor que otros años. Un problema que se acrecienta y se focaliza ante la cada vez más afluencia de manteros que toman el Paseo Marítimo como pasarela comercial ante la pasividad de unos y la impotencia de otros.
A la venta no reglada -ilegal pues no abona ningún impuesto municipal tal y como establece cualquier actividad comercial en la vía pública- se le suma los innumerables productos falsificados (casi en su mayoría camisetas o zapatillas deportivas) que incumple la legalidad y va contra el derecho de la propiedad intelectual. Doble delito.
Más allá de las medidas disuasorias -un cordón de plástico ataban unas vallas el primer día-, la única actuación que frenaba la actividad era con la presencia física e inmóvil de la Policía Local. Cuando ésta rotaba o se alejaba de la primera línea de la playa, era la ocasión perfecta para que los manteros salieran de la playa, móvil en mano y conectados entre sí, y volvieran nuevamente a copar su ilícita ocupación diaria y lucrativa.
¿Cumplir la ordenanza?
En el encuentro mantenido con una representación de la Asociación de Comerciantes de Valdelagrana (ACOVAL) en el mes de julio con la concejal de Policía Local, Marina Peris, y mandos de la Policía, se aseguró, entonces, que “se erradicaría la venta ilegal aplicando la ordenanza”.
La actividad se manifiesta también durante el día con la venta de dulces, todo un peligro para la salud ante las elevadas temperaturas.
