Tras casi un año de investigación, relata cómo logró que niños con síndrome de Down comprendiesen las fracciones gracias a un videojuego
María Gallego, exalumna de Bachillerato, se propuso romper con los "límites de aprendizaje" que se les presuponen a las personas con discapacidad intelectual en materias como las matemáticas. Tras casi un año de investigación, relata a Efe cómo logró que niños con síndrome de Down comprendiesen las fracciones gracias a un videojuego.
El proyecto "Matemáticas accesibles, matemáticas para todos", guiado por la profesora del IES Pintor Antonio López de Tres Cantos (Madrid) Irene Tuset, es el premio especial del Certamen de Jóvenes Investigadores 2021, convocado por el Instituto de la Juventud y el Ministerio de Universidades.
María e Irene se embarcaron en esta investigación antes del inicio de la pandemia. La alumna, interesada por la docencia, quería aprovechar la ocasión para hacer una aportación "inclusiva" a la sociedad, y su profesora, madre de un niño con discapacidad intelectual, no dudó en tenderle la mano.
Las fracciones fueron su "excusa perfecta". "Son muy útiles para la vida y se suele dar por sentado que no pueden aprenderlas", dice Irene. Su alumna María diseñó varios métodos de aprendizaje que probó en las casas de tres menores de entre 10 y 12 años con síndrome de Down en busca del "ideal" y acabó diseñando un videojuego online de lo más didáctico.
AMPLIAR LOS LÍMITES
Un preocupante diagnóstico de la realidad hizo coincidir a profesora y alumna. Ambas creen que docentes, familias y entornos de las personas con discapacidad intelectual "dan por hecho" que sus capacidades de aprendizaje están mucho más limitadas de lo que ofrece su potencial.
"Se pasan los años anclados en sumas y restas", lamenta Irene, profesora "siempre interesada" en la educación de estos menores.
Así germinó la semilla del proyecto. El convencimiento las llevó a centrar su investigación en la enseñanza de las fracciones y contactaron con tres familias con niños con síndrome de Down, que abrieron a María las puertas de sus casas.
Allí, pudo trabajar con ellos cara a cara durante una hora a la semana. En total, 25 horas de sesiones, todas grabadas en vídeo para su posterior análisis.
"Iba siempre muy emocionada, me encanta estar con ellos. Fue muy gratificante a mis 18 años", subraya.
DEL AULA A LA PANTALLA
Desde pintar las porciones de una tarta a jugar con aplicaciones de móvil y tabletas. María puso en práctica la metodología que mejor se adaptaba a cada uno de los menores a los que enseñó las fracciones.
Cuenta que el propósito inicial del proyecto era llevar el modelo metodológico resultante a las aulas, pero la pandemia lo impidió. Fue entonces cuando ideó un videojuego online y gratuito destinado a niños con discapacidad intelectual, pero también al resto de menores que quieran acceder a él.
Se trata de un vistoso viaje por planetas que plantea pequeñas misiones a resolver con fracciones para conseguir abrir la caja fuerte final. En el camino, María explica en varios vídeos distintos aspectos que facilitan la comprensión de la materia.
Diecinueve familias tuvieron la oportunidad de probarlo y los resultados fueron "muy positivos".
UN PROYECTO HECHO REALIDAD
María Gallego recibió el pasado 2 de diciembre el premio especial del Certamen Jóvenes Investigadores, dotado con 5.000 euros, y en el que también se galardonó a otros alumnos y tutores.
Ella no niega que hizo un "trabajazo", aunque asegura que no esperaba el premio a la mejor investigación del año en el ámbito estudiantil.
Sobre el recorrido del videojuego tras cerrar la investigación cuenta que ha llegado a otras familias de su entorno, pero tanto María como Irene aspiran a que alcance "a cuanta más gente, mejor".
Además del premio especial, el jurado del certamen ha concedido el primer premio, dotado de 4.000 euros, a distintos proyectos de alumnos de los institutos Marius Torres (Lleida); Margarita Salas (Majadahonda, Madrid); Francisco Ros Giner (Lorca, Murcia); Los Sauces (Benavente, Zamora); Gerardo Diego (Pozuelo, Madrid); Juan de Garay (Valencia); y del Colegio Marita Nuestra Señora el Carmen de Badajoz.