El CIS aumenta la distancia entre el PSOE y el PP, refuerza las expectativas electorales de Vox en pleno proceso de renovación en los populares y hunde a Unidas Podemos en medio del debate sobre el liderazgo de Yolanda Díaz, según su último barómetro en el que estrena nueva metodología para la estimación de voto.
El presidente del organismo, José Félix Tezanos, reconoció este miércoles en el Congreso que los últimos barómetros habían subestimado a Vox por culpa del llamado "voto oculto" y defendió este cambio en la "cocina" de sus encuestas.
Según el sondeo, cuyo trabajo de campo se llevó a cabo entre el 1 y 11 de marzo, conocida ya la marcha de Pablo Casado y el desembarco de Alberto Núñez Feijóo en el PP, el PSOE obtendría un 31,5 por ciento de los votos -2,9 puntos más que en febrero- y el PP un 23,8 por ciento, 2,5 puntos más, con lo que los socialistas aumentarían su distancia con los populares hasta los 7,7 puntos.
Vox se asienta firmemente como tercera fuerza política de España, con el 16,3 por ciento, un punto y medio más que en la anterior encuesta, mientras Unidas Podemos se deja casi dos puntos, y pasa del 13,6 por ciento de febrero, al 11,8 de marzo.
Ciudadanos, que en alguna encuesta previa había recuperado algo de fuerza, no se aprovecha de la crisis del PP y se despeña hasta el 3,2 por ciento de los sufragios frente al 4,8 del anterior sondeo.
Con este panorama, la suma del PP y Vox alcanzaría el 40,1 por ciento de los votos, tres puntos por debajo del 43,3 por ciento que obtendrían PSOE y Unidas Podemos.
La importante subida del PSOE, PP y Vox, no solo se explica por la caída de Unidas Podemos y Cs, sino porque la nueva metodología del CIS afecta también al apartado de "abstención (No votaría)", que pasa del 9,4 por ciento de febrero al 8,5 de marzo, y al "no sabe" que cae casi cuatro puntos en solo un mes, desde el 15,3 por ciento al 11,7 de este sondeo.
Las expectativas electorales de los principales partidos tienen también cierto reflejo en la nota que los ciudadanos ponen a sus líderes.
Yolanda Díaz sigue siendo la política más valorada e incluso esta vez supera el aprobado, con un 5,23 sobre diez, por encima del 4,79 de Pedro Sánchez, que aún así sube tres décimas.
El CIS aún no pregunta por Feijóo, solo por Pablo Casado, que en su marcha se tiene que contentar con un 3,48 sobre diez.
Yolanda Díaz es la líder más valorada, pero no es la preferida para ser la presidenta del Gobierno.
De hecho, si en febrero un 19 por ciento de los encuestados la prefería como jefa del Ejecutivo, ahora es solo el 10 por ciento, frente al 26 por ciento que prefiere a Sánchez, seis puntos más que en el anterior sondeo.
Más allá de los partidos y la política, el barómetro pregunta a los españoles por asuntos de actualidad, como la guerra en Ucrania.
Los españoles están muy preocupados por la invasión y sus consecuencias económicas y respaldan abrumadoramente ayudar a los ucranianos y acoger a refugiados, y el 70,9 por ciento respalda enviar armas desde la OTAN para que se defiendan.
Además, los ciudadanos evalúan el papel que han desempeñado en esta crisis los líderes mundiales, concediendo la máxima nota al presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski (7,35) y la mínima al ruso Vladímir Putin (1,35), en tanto que el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, se queda en séptimo lugar con un 5,39, solo por delante del chino Xi Jinping (3,44) y del propio Putin.
La encuesta, en la que no se pide la opinión sobre la decisión del Gobierno de enviar armas directamente a la resistencia ucraniana, sí plantea si la OTAN debería intervenir militarmente en ayuda de Ucrania si Rusia no se retira, algo que ve con buenos ojos el 51,9 por ciento frente a un 35,4 que confiesa no estar de acuerdo.
El estudio del CIS apunta que la preocupación de los españoles por la guerra de Ucrania es enorme, al menos así lo confiesa un 86,4 por ciento de los encuestados que aseguran estar "muy" o "bastante" preocupados.
Y se mantiene esa preocupación al interrogarles si creen posible que Rusia invada otros países del Este, porque lo corrobora el 75,3 por ciento.
Convencidos de que lo que está ocurriendo en Ucrania concierne a la UE (así lo admite el 95,7 por ciento) y a España (82,7), los españoles temen que las consecuencias de la invasión sean "muchas" o "bastantes" en el precio de los carburantes (94 por ciento), así como en su situación económica (84,5 por ciento) y en el precio y suministro de productos agrícolas (82,1).