Rechazan la decisión del gobierno de la Comunidad de suprimir del currículo educativo de la ESO palabras como "ecofeminismo", "ecosocial" y "ecodependiente"
Ecologistas, activistas jóvenes y educadores ambientales rechazan la decisión del gobierno de la Comunidad de Madrid de suprimir del currículo educativo de la ESO palabras como "ecofeminismo", "ecosocial" y "ecodependiente" -entre otras-, algo que algunos han calificado como una forma de “censura”.
Así lo han expresado a EFE diversas fuentes del ecologismo madrileño, como por ejemplo la portavoz del movimiento climático 'Teachers for Future', Miriam Leirós, quien juzga que la decisión del gobierno regional representa “el uso del poder de la forma más antidemocrática: privar de la verdadera información para que la sociedad no sea libre de tomar decisiones por el bien común”.
El martes, el consejero de educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, argumentó que se eliminaban términos “incluidos por el Gobierno de Pedro Sánchez con el fin de adoctrinar" -como "perspectiva de género" o los referentes a la ecología social- al considerar que no son apropiados, "y muchos de ellos no están reconocidos por la Real Academia de Lengua”.
Al respecto, Leirós precisa que “no es una cuestión política de ir contra la Ley Educativa de un gobierno del color que sea, es ir contra las directrices de la Unión Europea que en enero de este año sacó el marco de competencias medioambientales, es ir contra la propia Unesco y sus orientaciones de vincular a la infancia con el medioambiente, de poner en valor la ciudadanía”.
Para el diputado en la Asamblea de Madrid Héctor Tejero (Más Madrid) se trata de “un paso más en la línea que nos tiene acostumbrados Ayuso y su gobierno: la búsqueda permanente de la confrontación y la 'boutade'”.
"Ahora, el Gobierno que se apoya en los negacionistas del cambio climático y la violencia de género va eliminar las palabras “ecosocial” y “ecofeminismo” del currículum como si eso las fuera a borrar de la realidad", agrega, y avanza que “la única consecuencia es que los niños y niñas madrileños estarán menos preparados para la sociedad en la que viven y para afrontar los retos del futuro".
Desde el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid tampoco han recibido bien la noticia, pues coinciden en que es “una forma más de privar al estudiantado del derecho a una formación de calidad y que les permita conocer el contexto actual en el que nos encontramos y al que estamos avanzando como sociedad”, señalan a EFE.
“El cambio climático nos está afectando gravemente en la mayoría de dimensiones de nuestra realidad y se va a agravar en los próximos años por lo que urge una mayor pedagogía sobre la perspectiva ecologista para no quedarnos atrás”, defienden.
Desde Amigos de la Tierra, la coordinador del grupo en Madrid, Laura Laguna, sentencia que "educar dando la espalda a la crisis ecosocial que afrontamos solo nos aleja de las alternativas".
Laguna reivindica la importancia de conceptos como ecodependencia o ecofeminismo, que "necesitamos como propuesta práctica, no solo teórica, para transitar hacia un cambio de sistema que se vertebre sobre los ejes de justicia ecológica, justicia social y justicia de género".
Por su parte, el especialista en educación ambiental Sera Huertas explica que “la competencia ecosocial facilita la comprensión del mundo, entendiendo las relaciones y procesos que en él se producen y las consecuencias a corto, medio y largo plazo", y acusa al gobierno de la Comunidad de Madrid de querer evitar “la defensa de la vida y el bien común por parte de una ciudadanía crítica y activa, algo incompatible con su modelo de capitalismo”.