Tener un Oscar supone un gran reconocimiento profesional para los trabajadores del cine, y para Penélope Cruz supone además toda una fuente de entretenimiento. La actriz de Volver está encantada de lucir a la estatuilla en casa y sigue tan ilusionada con el premio como el primer día.
Y es que, aunque ya ha pasado un año desde que lo recibió, Penélope aún no ha decidido en qué estantería queda mejor puesto el galardón, así que va probando: "Mi Oscar vive en mi casa, aunque siempre lo estoy cambiando de lugar hasta que tome la decisión final".
El premio significa tanto para ella que la actriz reconoce que se siente "como cuando tienes cinco años y te regalan un juguete que siempre has querido", y por no separarse del Oscar hace lo que sea: "Un día incluso me lo llevé a la playa".
Pese a que el reconocimiento de este galardón es muy grande, Penélope afirma que no se siente especialmente presionada a la hora de trabajar tras recibirlo, sino que continúa en su línea habitual.
"Siempre he sentido mucha presión porque soy muy insegura y eso no ha cambiado, ni quiero que lo haga. He trabajado durante muchos años sintiendo un gran espeto y un miedo sano hacia mi trabajo y no me apetece cambiar eso ahora", ha declarado la actriz.