España será uno de los países que logrará eludir la entrada en recesión técnica el próximo año, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el PIB español crecerá un 1,2%, lo que supone un recorte de ocho décimas respecto de su anterior pronóstico, pero mantiene a la economía española a la cabeza del crecimiento de la eurozona.
"España es uno de los países para los que no prevemos una recesión el próximo año, cuando tendrá un crecimiento fuerte", ha señalado Alfred Kammer, director del Departamento Europeo del FMI, advirtiendo de que la economía española, como las de sus vecinos europeos, se verá lastrada por el debilitamiento de la demanda y el deterioro de la confianza de los consumidores.
En este sentido, el pasado martes la subdirectora del Departamento de Investigación del FMI, Petya Koeva Brooks, reconoció que el pronóstico del FMI para España resultaba pesimista, ya que la institución internacional había cerrado sus previsiones antes de publicarse el dato de crecimiento del PIB en el segundo trimestre, que superó las expectativas, con una expansión del 1,5%.
"Si se hicieran ahora esas previsiones para 2023 probablemente veríamos cifras incluso más elevadas de las que tenemos", admitió la representante del Fondo.
No obstante, Kammer ha indicado que España no recuperará el nivel de actividad prepandemia hasta principios de 2024, después de haber sufrido en 2020 la caída más intensa del PIB entre las economías avanzadas por su elevada exposición a sectores con un alto componente presencial, como la hostelería y el turismo.